Una luz de esperanza se encendió para los pobladores de las comunidades de Chichigua y Matazano, en el municipio de Alauca, El Paraíso. La Cruz Roja Hondureña llegó con ayuda alimentaria, misma que solventará un poco la difícil situación que atraviesan debido a la sequía.
Texto y fotos: Janeth Flores
janeth.flores27@yahoo.com
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A unos 15 kilómetros de la ciudad de El Paraíso se encuentra el municipio de Alauca, una zona montañosa de vegetación térmica, donde el cultivo de granos básicos y la ganadería en menor escala son los medios de subsistencia para sus pobladores.
El lugar en cuestión, se caracteriza por la vegetación de hierbas y pocos árboles debido a la disminución de humedad durante el periodo de sequía. Esta zona cuenta con una gran variedad de árboles frutales, ornamentales, medicinales y maderables. La sequía también ha golpeado fuertemente a los habitantes de este municipio, que cada día su angustia crece más por no tener que comer diariamente. Sus cultivos son una fuente importante para sobrevivir, pero los cambios climáticos han imposibilitado la producción de sus cosechas.
LUZ DE ESPERANZA
Luego de transitar por una larga carretera de tierra que conduce al pequeño pero acogedor lugar, es imposible escapar de la alta temperatura que invade al municipio, producto de la falta de las anheladas lluvias que servirán para hacer florecer los cultivos que aún puedan recuperarse.
Una luz de esperanza se encendió para los pobladores, la Cruz Roja Hondureña llegó con ayuda alimentaria, misma que solventará un poco la difícil situación. Al caluroso lugar llegó un camión lleno con todas las raciones de alimentos donadas por la institución. La gente no podía ocultar la emoción al saber que serían beneficiados con tan oportuna ayuda, sus rostros reflejaban gran felicidad al saber que por segunda ocasión gozarían de esas donaciones.
La situación es preocupante, la sequía no cesa y las lluvias no llegan. Un año más, desde hace ya cinco, que en esta zona los agricultores sufren las terribles consecuencias cuando las lluvias se ausentan.
EL RECORRIDO
El reloj marcaba las 10:15 de la mañana cuando los vehículos de las Cruz Roja Hondureña llegaban al centro del municipio de Alauca, las personas sabían que el camión que había llegado no sólo llevaba alimentos, también llevaba esperanzas.
El camino era largo, quizás la carretera de tierra desolada y la alta temperatura hacia más pesado el trayecto, pero nada era impedimento para cumplir con la misión que llevaban consigo.
Al pasar unos minutos en el centro de Alauca todo el equipo de la institución se trasladó a una pequeña y muy afectada comunidad de este municipio, se trata de Chichigua, donde las 100 personas que fueron beneficiadas ya estaban a la espera de los miembros del cuerpo asistencial.
En esta pequeña y tranquila comunidad los cultivos se han perdido totalmente, el rio que es fuente de vida para los pobladores no cuenta con ni una gota de agua para solventar las necesidades de los habitantes.
El asombro es instantáneo, ver transitar a los pobladores sobre las piedras que son lo único que quedan del río y muchas hectáreas de cultivos secos a su alrededor, los rostros de desolación e impotencia de no poder hacer más por salvar sus cosechas, es lamentable. La misión en esta comunidad finalizaba y era el momento de partir hasta la Aldea vecina, El Matazano, donde 54 familias más, estaban a la espera de su ración de alimentos. La situación en esta comunidad no es diferente a las demás del municipio de Alauca. Las condiciones por las cuales las familias están atravesando son cada vez más deplorables, la necesidad se apodera de ellos, la inseguridad alimentaria cada vez es mayor.
“YA NO AGUANTAMOS LA SITUACIÓN”
Don Alejandro Ferrufino, quien es un humilde agricultor de la comunidad de El Matazano lamenta la situación en la que se encuentran todos en esta zona, pues la inseguridad alimentaria por la que están atravesando es cada vez más crítica.
La alegría al recibir la ayuda es evidente, con él llevaba no sólo libras de granos básico sino libras de amor y esperanza “Es una ayuda que nos sirve bastante, usted sabe que uno necesita y lo valoramos”, comenta con una sonrisa en su rostro, “por mi parte agradezco mucho a la Cruz Roja que nos ayuda con esto, ya van dos veces que nos dan” agregó.
Así como Don Alejandro, todos los beneficiados quedaron satisfechos con las raciones de productos donadas, que sin duda mitigará un poco la escasez de alimento en sus hogares.
“No existe producción alguna en esta zona, las cosechas no dieron fruto, el cultivo no hecho nada, una parte se secó y otra está verde, pero no hecho nada por la sequedad que ha habido”. Las siembras no rindieron fruto ni para la misma alimentación de las familias “nosotros tenemos como cinco años que estamos cosechando, anteriormente sacábamos aunque sea poco pero a partir de esa fecha para acá ni los frijoles florecen, ya no aguantamos la situación por la que estamos pasando, necesitamos ayuda”, expresa un tanto disgustado.
“ESTAMOS EN UNA CRISIS TREMENDA”
La situación que viven los pobladores de la comunidad de Chichigua es alarmante, ni el rio que servía como apoyo para cubrir algunas necesidades de las familias, cuenta con agua. “La sequía de agua está bárbara, estamos ahora en un crisis tremenda, el sol que está haciendo ni quiera Dios, pero el hambre está tremenda, a veces nos mandan el agua en el sector, estamos terminados en el agua y no ha llovido para las cosechas de maíz” expresa Blanca Gonzáles, muy preocupada.
Estos pobladores ya no soportan la precaria condición de vida a la que están llegando, donde no existe cultivos ni dinero para adquirir los alimentos. Y agregó “con alegría recibo esta ayuda, porque es una apoyo que no se imagina, porque de nosotros de donde vamos a comprar, sólo hemos recibido un ayuda y es por parte del Alcalde, pero muy poca. Si supiera como pasamos aquí nosotros, es demasiado lo que está pasando, estamos en una crisis tremenda, el hambre que estamos pasando por todas partes, y la sequedad que tenemos”.
LA MISIÓN ES AYUDAR
Con la operación sequía a través de la Cruz Roja Hondureña se han realizado una serie de trabajos desde el mes de noviembre del año 2014, en el cual ya han hecho una segunda distribución de alimentos con el objetivo de poder reducir el grado de inseguridad alimentaria.
Desde diciembre del año pasado se han hecho entrega de raciones de alimentos en los departamentos de Intibucá y El Paraíso, específicamente en los municipios de San Marcos de la Sierra, donde ya se entregaron las ayudas a 360 familias, en Camasca 1090, Alauca 692, Oropolí 637 y Teupacenti a 42.
Desde entonces ya suman 3,500 familias beneficiadas. Las ayudas se distribuyen en un 50 por ciento para cada departamento, con un total de 1,750 familias por cada uno.
Cada ración de alimentos comprende 105 libras de granos básicos; 25 libras de frijol rojo, 25 libras de arroz blanco, 25 libras de azúcar, 20 libras harina de maíz y 10 libras de manteca. La institución ha dicho presente, y se ha solidarizado con las familias a las que otras organizaciones no les han brindado su ayuda. La sequía de este año 2015 ha sido más compleja, según las proyecciones que ha hecho meteorología, Honduras está en un año análogo, muy parecido a lo que se vivió en el año 1997, que se registró como uno de los años más afectado por el cambio climático.
EL PROCESO
Para identificar las familias más afectadas por la sequía la institución realizó un estudio de campo tomando en cuenta la evaluación de tres componentes esenciales: medios de vida como lo es la agricultura, la inseguridad alimentaria y el tema de agua, saneamiento y promoción de la higiene. De los tres componentes el que más ha afectado es la inseguridad alimentaria que los habitantes viven, quienes guardan sus pocas raciones de alimentos para poder comer solo una vez al día y hacer rendir su producto.
“Con las raciones de alimento que la Cruz Roja Hondureña entregó, se estima a través de una encuesta realizada por la institución, que la duración de estos productos en los hogares oscilará entre uno a dos meses, dependiendo de la cantidad de personas que haya en cada familia”, explicó el técnico Gerardo Calderón. Una vez realizado el estudio por primera vez y como única organización en el país que utiliza este mecanismo, la Cruz Roja realiza la entrega de las raciones mediante un sistema ODK y Omega V, la cual permite la rápida distribución de las donaciones a través de un código de barra. El sistema ha resultado un éxito, permitiendo un mayor control de entrega y registro. Entre 20 y 25 minutos es el tiempo que se tardan para hacer entrega de las raciones en cada comunidad.
TRABAJO EN CONJUNTO
Las donaciones que las Cruz Roja hondureña ha entregado a las familias afectadas son gracias a los aportes de las Cruces Rojas internacionales; Cruz Roja Americana del gobierno de Canadá, Cruz Roja Canadiense, Cruz Roja de Mónaco, Cruz Roja Finlandesa, Cruz Roja de Japón y la Federación Internacional de la Cruz Roja. El total de presupuesto que está destinado para la ejecutando del llamamiento de emergencia por sequía que beneficia a miles de familias afectadas es de 120 millones 496,727.
LA SEQUÍA ES UNA EMERGENCIA
El Coordinador del llamamiento de emergencia por sequía cruz Roja, Gerardo Machado hace un apelación para que se tome la problemática de la sequía como algo que realmente afecta a todo el país.
“El llamado es que veamos la sequía como una emergencia mucha veces creemos que la emergencias sólo son las que producen muerte en el día, esta que no es una emergencia de aparición súbita, pero está produciendo bastante inseguridad alimentaria en niños y en personas vulnerables”, arguyó.