Ser un cristiano católico verdaderamente no es solo ir a la misa, también es ser parte de una comunidad, donde todos deciden crecer formándose, tomando compromisos y sirviendo al prójimo.
Colaboración: Parroquia Sagrado Corazón de Jesús
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“Era de los que veníamos solamente los 24 y 31 de diciembre. Me quejaba de la falta de presencia de mi papá en los eventos de la familia y miraba como algo malo que mi papá estuviera solo en la Iglesia y que no nos acompañara en familia”, expresa Elena, una de las nuevas feligreses que ha decidido darle un mejor sentido a su vida espiritual.
Un grupo de 37 personas celebraron el Rito de Entrada en el Catecumenado de Adultos, según la metodología del RICA (Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos). “En el Rito de Entrada, me he sentido diferente, como parte de la Iglesia, siento que he crecido como persona. Dios todo lo hace a su tiempo”, comparte Elena.
Este nuevo grupo de católicos comprometido, recibieron una preparación profunda durante tres meses. “Con el anuncio del kerigma fueron recibidos en el atrio de la Iglesia Parroquial Sagrado Corazón de Jesús en Puerto Cortés, renunciaron a satanás, al pecado, a la idolatría y demás cultos paganos mediante el exorcismo de renuncia, para a continuación ser signados en la frente por el sacerdote y en los sentidos por sus padrinos; se les impuso la cruz, suave yugo que portarán con alegría toda su vida”, señala el presbítero Carmelo Velloso.
Un nuevo camino que apenas comienza. De ellos 19 no son bautizados, 4 no han recibido la Primera Comunión, y los treinta y siete serán confirmados en la próxima Vigilia Pascual del 2016. “Mientras continuarán en su preparación para celebrar durante los próximos meses los ritos de entregas del Credo y del Padre Nuestro, hasta el Miércoles de Ceniza donde los llamados que sean dignos, serán elegidos para recibir los sacramentos de iniciación cristiana”, agrega el padre Velloso.
“Sentí más nervios el primer día que vine al catecumenado que hoy, porque estos domingos que hemos compartido siento que estamos en familia. Sentí algo muy especial en mi corazón cuando íbamos entrando en procesión a la Iglesia, aunque no me gustó que después de la escucha de la palabra nos sacaron de la Iglesia sin terminar la Eucaristía”, confiesa Ronald.
Un camino que fortalece. “Nadie en mi familia es católica, hay varias religiones en mi familia, pero hoy sentí que ha sido una transformación para mí ya que cuando vine, venía por cumplir con un requisito para poder casarme, pero siento que todo ha cambiado en mi”, comenta Ingrid.
TESTIMONIOS
Tras que recibí la invitación al catecumenado de parte de mi Delegado recuerdo que puse de excusa el transporte, porque a las seis de la tarde que salimos ya no hay transporte para mi comunidad y menos un domingo, pero conseguí una moto. Todo me va gustando a medida avanzamos. Le pido a Dios que me continúe dando fuerzas para poder terminar”.
José L.
Las dos horas de catequesis semanales yo no las siento; el tiempo se me pasa rápido. Al principio yo pensaba: “un domingo por la tarde estar recibiendo catequesis, va a ser bien pesado”; yo no lo miraba. ¿Qué hacía antes los domingos por la tarde? Dormir. Sabía que hoy iba a ser para mí un domingo bien cansado porque salía de trabajar, pero ha sido muy bonito. Gracias”.
Danny L.
Tenía varios años de querer entrar al catecumenado. Durante el exorcismo le pedí a Dios que alejará de mi toda tentación y siento realmente que a partir de hoy todo será diferente, no perfecto, pero si apegado a lo que Dios quiere de mi”.
Danny L.