La migración es un derecho humano
La migración, es un fenómeno que siempre ha existido. La historia registra masivas migraciones históricas de pueblos y razas. Actualmente, cientos de millones de personas, se movilizan desde su país de origen, a un país de destino, donde piensan mejorar su calidad de vida. Y deciden permanecer allá, ya sea en forma temporal, o de manera permanente.
De hecho, hay naciones que han sido forjadas por el trabajo de los inmigrantes, como es el caso de los Estados Unidos de América. Esa es una nación, en que confluyeron personas llegadas de todas las regiones del mundo. Y por ello, su población es un crisol donde se han fundido diversidad de nacionalidades, etnias y aborígenes, para construir una democracia, fundamentada en el imperio de la ley y el sistema económico más poderoso de la tierra.
Actualmente, en vez de ser un país abierto a la inmigración, los ciudadanos de los Estados Unidos, no han podido ponerse de acuerdo acerca de las políticas públicas que son más convenientes para el manejo de la inmigración.
De hecho, muchos aspirantes a ocupar la presidencia de ese país, están basando su campaña política, adoptando una actitud dura en contra de los inmigrantes indocumentados que están trabajando en ese país
La campaña anti migrantes va dirigida contra 11,4 millones de personas que viven en ese país, sin autorización migratoria, siendo en su mayoría de origen latinoamericano. Los hondureños suman un máximo del 3% de Indocumentados.
Además, existen quienes están acogidos al Status de Protección Temporal (TPS), cuya última extensión está vigente hasta el 5 de julio de 2016. Lo cual aplica para quienes cruzaron la frontera en 1998 y residen allá, pues salieron de su país huyendo de la devastación provocada por el huracán Mitch.
Quienes no están protegidos por el TPS, están sujetos a ser deportados, y ellos son los que regresan casi diariamente vía aérea desde los Estados Unidos. Regresan después de haber estado detenidos en cárceles improvisadas. Y de haber sido despojados de cualquier bien material que hayan podido adquirir durante su estadía, de manera que al final de su “sueño americano”, necesita de ayuda para transportarse a su lugar de origen en Honduras.
La permanencia no documentada, mientras dura, resulta ser beneficiosa para ambos países. Los hondureños proveen a los norteamericanos de una mano de obra, en labores que los trabajadores nativos no quieren realizar. Y, a la vez, colaboran con Honduras, pues sus envíos de dinero, para los seres queridos que quedaron atrás, fortalecen las reservas internacionales de Honduras.
Fue en Octubre 2013, cuando la migración provenientede los países del triángulo norte de Centroamérica, comenzó una nueva faceta, esto sucedió cuando a las fronteras de Texas y Arizona, comenzaron a llegar niños migrantes, a veces sin la compañía de una persona adulta. Por lo cual, han quedado bajo la custodia de las patrullas fronterizas norteamericanas. El 90% de más de 47017 niños detenidos, sin compañía de adultos, proceden de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Esta modalidad de migración infantil, necesita se le conceda un tratamiento humanitario, partiendo desde la Convención de los Derechos del Niño, donde queda plenamente dicho que siempre debe prevalecer el interés del menor. En ese caso, se necesita garantizarles un ambiente social que favorezca su desarrollo físico, mental y espiritual.
También hay que tomar en cuenta las razones que tuvieron sus padres para enviarlos a correr semejante aventura. Una primera razón es que sea posible se reúnan con familiares, residentes legales en los Estados Unidos. Otro aspecto a considerar es la defensa de su vida. Muchos jóvenes, en su tierra natal, viven bajo el hostigamiento de las pandillas juveniles, quienes amenazan con matarlos, si no se unen a participar de sus actividades ilícitas.
La Pastoral de la Movilidad Humana, organismo de la Iglesia Católica, ha señalado la necesidad de que la gestión pública se concentre en mejorar las condiciones de vida de la población. Pues son las limitantes del hambre, desempleo, inseguridad, violencia familiar e insalubridad, las causas que impulsen a los hondureños a emigrar. Corriendo siempre el riesgo de ser deportados y tener que iniciar de nuevo su existencia, careciendo de recursos económicos.
El Señor Jesús llama a ser solidarios: “Lo que hiciste a uno de estos mis hermanos más pequeños…conmigo lo hiciste”.