En agosto, la Laguna de Alvarado en Puerto Cortés se llena de magia. Sobre esas históricas aguas una vez al año, luminosas góndolas se pasean con elegancia ante los ojos de miles de espectadores
Texto y fotos: Johanna Kattan
Jokattan@unicah.edu
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La famosa “Noche Veneciana” es un desfile acuático, como parte de la Feria Agostina en honor a la Virgen de la Asunción, patrona de Puerto Cortés. Un evento único en Honduras.
Y este año, esa noche agostina quedó grabada en miles de fotos y videos y especialmente quedó en un agradable recuerdo entre las familias y porteños que acudieron, un show inolvidable para los turistas nacionales e internacionales.
Una tradicional noche. A partir del atardecer, los porteños y los turistas se van acercando a la Laguna de Alvarado, buscando un buen sitio desde el tradicional malecón para apreciar las góndolas, otra multitud optan por contemplar una visión panorámica desde el puente, desde donde se logra ver las aguas de la laguna conectándose al mar.
Curiosamente, se dice que siempre llueve durante la Noche Veneciana, y este año no hubo lluvia, fue una velada fantástica. Algunos comentan que es la primera vez que no llovió sobre los desfiles de góndolas de 2015, un evento organizado por la Unidad Turística Municipal y el Comité de Ferias y Festejos de Puerto Cortés (FERICOM).
HISTORIA
Según datos de la Municipalidad de Puerto Cortés, la primera feria de esta importante ciudad, se realizó en 1940 a iniciativa de un grupo de ciudadanos porteños, que promovieron el acuerdo del Congreso Nacional para celebrarlo. Max Viana, mexicano de nacimiento y hondureño por adopción fue el Secretario del Comité de la Feria y fue también quien dio la idea de realizar una Noche Veneciana, que se ha venido celebrando desde entonces.
La reina de la primera feria fue la señorita Norma Reyes y el primer Rey Feo fue Peter Ullman. La dinámica de estas primeras ferias la daban ciudadanos distinguidos que aportaban esfuerzo y tiempo a esta causa. Entre ellos figuraron Mario Prieto, Román González, Manuel Zeròn, Samuel Estrada, Francisco Estapè, Juan Craniotis, Salvador Macis. Los centros de actividades de la feria eran el Parque Lempira, lugar que hoy ocupa la escuela República de Chile; el pabellón de la alegría, más tarde conocido como “la mulera” y el muellecito.