Con la planificación ya estipulada por la Secretaría de Educación los y las estudiantes del Instituto María Regina cumplen a cabalidad el programa compartiendo los conocimientos adquiridos a personas adultas que lo necesitan en los niveles de básica y pre-básica.
Texto y fotos Dania Alejandra Velázquez C. mcm
dania.mcmm@gmail.com
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Las escuelas de la Ceiba cumpliendo las directrices del gobierno están aplicando el servicio social a las y los alumnos de bachillerato en el proyecto de alfabetización a adultos para obtener su título en Ciencias y Letras.
“Con una planificación ya estipulada por el programa de la Secretaría de Educación los y las estudiantes del instituto María Regina cumplen a cabalidad el programa compartiendo los conocimientos adquiridos a personas adultas que lo necesitan en los niveles de básica y pre-básica”, afirma la colaboradora en este proyecto la profesora Patricia Paz. “El acompañamiento del profesorado de la institución se da en todo momento sobre todo guiando los proyectos y que se cumpla a cabalidad y en orden con el objetivo”. De ello se encargan concretamente como asesoras las profesoras Ana Patricia Pavón y Amely Jiménez.
El instituto cada sábado de 7am a 5pm, alberga en un ala de la escuela a estos jóvenes que preparan el material y en otra encontramos otros jóvenes que atienden y acompañan a los adultos ya sea por la mañana o tarde. Las y los beneficiarios son personas adultas de los alrededores de la comunidad conocidos y familiares de algunos de los estudiantes.
“Yo encantada, estoy aprendiendo con los muchachos, he aprendido porque no podía leer nada. Estoy aprovechando gracias al Señor y a estos muchachos que están en el proyecto”, expresa una de las beneficiaras de esta formación la señora Nilda Herrera de la colonia Melgar.
Ella fue por primera vez invitada por uno de los estudiantes el año pasado y este año por si misma se ha acercado para continuar sus estudios.
Preguntando a los muchachos y muchachas del servicio social también expresaron su sentir:
“Me parece bien porque es como uno enseña que uno aprende de ellos. He aprendido también a ser paciente. Aprendemos a dar clases que con la práctica uno comienza tomarle cariño a este trabajo y a las personas”, comenta Paola Brizo.
“Alfabetizar me hace sentir que estoy haciendo algo productivo para la sociedad y ayudando a personas que no tuvieron la oportunidad de estudiar y me gusta ayudar.” agrega Andrea Herrera.
Aldo Castillo su experiencia la expresa como algo que le gusta bastante por las enseñanzas que se ha llevado más aún “con el trato a las personas que estudian aún en medio de las dificultades que tienen como personas adultas o que tienen problemas de desarrollo.” Este comunicar conocimientos ha podido “ser y hacer lazos aún en medio de los problemas y dificultades.