Caminar
Hermanos en la casa común
Jóse Nelsón Durón V.
La Real Academia Española ha adoptado el término conurbación, palabra derivada del inglés,conurbation, y la define así: Conjunto de varios núcleos urbanos inicialmente independientes y contiguos por sus márgenes, que al crecer acaban formando una unidad funcional. Tiene que ver en este caso el compartir intereses comunes, como sería el de grupos familiaresque residen en una comunidad y trabajan en la vecina; por ejemplo, Valle de Ángeles y Tegucigalpa. Por otro lado, la urbanización de la población es un fenómenoque se daen todas partes, debido a la certeza de las personas de encontrar mejores oportunidades en los núcleos urbanos más grandes que en las comunidades pequeñas: oportunidades laborales, educación, tecnología, diversiones, espectáculos, espiritualidad y otras. La capital hondureña es una ciudad como sospechosa, insaciable… atorándose de personas, aldeas, caseríos, pueblos y municipios vecinos… los usa de dormitorio paradevorarlos después… La casa común, el Municipio del Distrito Central, ya no sabe cómo llamarse (qué apellido ponerse, comienzan a llamarle Región Metropolitana) para incluir a sus vecinos, a quienes encanta y roba gentes: Santa Lucía, Valle de Ángeles, Santa Ana, Ojojona, Tatumbla, El Zamorano y otros. Y ahora necesita resolver cómo saciar la sed y el hambre de sus propios hijos y los adoptivos; sed y hambre no sólo de agua potable, sino de condiciones sanitarias libres de peligros contra sus vidas, que se especializan en dañar a los más desprotegidos por una sociedad que ama la novedad, la ostentación, el despilfarro, la acumulación y el desperdicio, con manifiesto desinterés por el sino de los descartables.
Gran parte de los problemas sanitarios se habrían resuelto con la regulación y tratamiento de los vertidos industriales, la oportuna reparación y expansión de las redes de alcantarillado sanitario y el tratamiento de aguas grises y negras producto de la vida y de la actividad humana, de manera tal que los barrios nuevos de la periferia urbana, cuyas gentes disponen de mínimos medios para procurarse facilidades propias, tuviesen acceso a agua de calidad consumible y costos accesibles y a la disposición adecuada de sus excretas. “Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienenacceso al agua potable, porque eso es negarles el derechoala vida radicado ensu dignidad inalienable.” Laudato si, reciente Encíclica del Papa Francisco y, “como dijeron los Obispos de EstadosUnidos,correspondeenfocarse «especialmenteenlas necesidades delospobres, débiles y vulnerables, enundebate amenudodominadoporinteresesmáspoderosos»” Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos refiriéndose al nivel mundial. En la región metropolitana se volvió la vista al lado y se dejaron morir por obsolescencia y por desastres naturales los sistemas de alcantarillado sanitario y de drenaje de aguas pluviales, mientras se distraían inteligencias en las negociaciones de contratos colectivos onerosos.
El grave problema de la región, de la ciudad capital en términos de urgencia, en la restauración y protección de las cuencas productoras de agua y en la preservación de las fuentes que le abastecen, ya comienza a ser estudiado por la AMDC aún antes de producirse la transferencia de los servicios de agua y saneamiento, con la ayuda de fondos externos limitados, anticipándose a esfuerzos de gran magnitud que deberán ejercerse para la provisión oportuna y adecuada de los servicios de agua y la atención del saneamiento. La obra es monumental, pero la decisión del Alcalde también lo es. Para ello deberemos contar con la capacidad de despojarnos, compartir, de empaparse del cambio social, político y cultural que significará la municipalización y la necesidad de la inculturación de una nueva actitud, conducta y cultura de uso y protección de los recursos hídricos disponibles, así como de los residuos resultantes. Solamente la comprensión de la íntima relación de la naturaleza con la persona, sometidas ambas a la necesidad de una connivencia sutil y a un destino común, así como la comprensión de la gratuidad de tales recursos y la adopción de relaciones filiales entre todos y con el medio ambiente, podrá llevarnos a hermanarnos en la compartición y en el disfrute de tan precioso líquido y en el cuidado de la casa común, donde pronto residirán muchos más ciudadanos; aproximadamente uno de cada cuatro habitantes en la tierra catracha será capitalino.