La fiesta del Santo cura de Ars, patrón del clero a nivel mundial está marcando la historia de la Iglesia, santificando cada día a los sacerdotes por su entrega hacia los más necesitados.
Texto y Fotos Lilian Flores
liflores@unicah.edu
El hospital ubicado en Santa Ana Francisco Morazán, tiene como nombre y su patrón a San Juan María Vianney, y fue la sede para celebrar la Eucaristía presidida por el Señor Nuncio Apostólico en Honduras, Monseñor Novatus Rugambwa, acompañado por el padre Fredrik Hansen secretario de la Nunciatura Apostólica y el padre Andrés Porcel párroco de Sabanagrande.
El olor a incienso anunciaba la celebración en donde se recuerda la última Cena de Jesús junto a sus apóstoles, el pueblo de Dios entonaba el canto inicial y la cruz encabezaba la procesión hasta el altar.
Monseñor Novatus, acompañado del padre Francis Schiffer fundador del hospital, incensó el altar y la imagen de San Juan María Vianney,conocido como el cura de Ars, misma que lucía adornado con coloridas flores.
CENTRO ASISTENCIAL
La obra que hace nueve años comenzó con algunas limitaciones hoy es una gran obra de amor, cuenta con más de 59 mil afiliados, 47 mil de ellos viven en la zona rural, y son considerados por el padre Schiffer los más pobres y humildes.
Según los pobladores de esta zona, en este centro brindan una atención de calidad y lo más importante es que no necesitan tener tanto dinero para recibir consulta. El hospital cuenta con varios servicios clínicos a un bajo costo entre ellos; rayos x, mamografías, medicina externa y pediatría entre otros.
Este proyecto ha sido posible con la ayuda de varios benefactores de este país,así como de países hermanos que han querido mitigar las necesidades de muchos compatriotas sobre todo de las zonas rurales.
GRAN LABOR
Monseñor Novatus, reconoció la gran labor hecha por el padre Schiffer durante estos años, misma que ha servido para aliviar las penas de mucha gente aledaña a Santa Ana y Ojojona, y lo motivó a seguir trabajando sin cansarse por los más pobres.
Así mismo hizo referencia a que la salud es muy importante en todo el ser humano y que la Iglesia está siguiendo el ejemplo de nuestro Maestro, porque se ocupa de los enfermos y no sólo de aliviar su dolor corporal; sino, también, inculcando en la mente de los fieles el sentido espiritual del dolor y del sufrimiento.
“El Papa San Juan Pablo II instituyó la Jornada Mundial por los Enfermos y el Papa Francisco también nos invita a vivir la enfermedad, misma que está unida a la carne de Cristo sufriente. También nos recuerda que la sabiduría del corazón, es un don de Dios, esa sabiduría consiste en el servicio a los pobres y los hombres”.
De igual manera prosiguió diciendo que este servicio trae muchos desafíos y puede transformarse en un peso, pero es un gran camino de santificación, reflejado naturalmente en la Cruz de Cristo.La experiencia del dolor de los enfermos y de aquellos que dedican su vida a su servicio puede ser oportunidad o un lugar privilegiado para que la transición de la gracia llegue a la sabiduría del corazón”.
Al concluir la Eucaristía en la que participaron pacientes, invitados especiales, personal del hospital y de la escuela que dirige el padre Schiffer, se prosiguió a un almuerzo para compartir en familia esta gran fiesta.