Por: Carlos Arteaga y Reina Portillo
Parroquia San Juan Bautista
Pastoral Familiar Año 2015
María es una mujer de origen hebreo y significa la elegida y amada por Dios y ¿cómo puede ser modelo de madre en una familia?, pues efectivamente al conocer su vida nos encontramos con el modelo de persona, de madre del redentor, rodeada de inmensos valores espirituales, morales y humanos entre los cuales se confirman la humildad, sencillez, prudencia, comprensión, sabiduría, misericordia, paciencia, características que la coronan como modelo de madre en una familia.
La familia ha sido creada por Dios con la misión de la procreación y transmisión de los valores a la prole, tal como la misión de la Sagrada Familia de Nazareth, lo cual se confirma en diversos pasajes de la Biblia que nos narran sobre el trabajo realizado por la Virgen María y su Esposo San José en función de llevar a su hijo Jesús a ser adulto para cumplir su misión. Todo lo anterior nos muestra que la espiritualidad de María, aún sin entender las cosas en el sentido humano, se sometía a la fuerza que viene de lo alto.
Hoy, nos encontramos con una cantidad impresionante de matrimonios en crisis precisamente porque están viviendo su espiritualidad sin la presencia de Jesucristo y por ello surgen muchísimas dificultades en la familia que les lleva a tomar decisiones que van en deterioro de lo creado por Dios como es la familia.
María, en sus expresiones que brotan con naturaleza desde lo profundo de su corazón, tales como “He aquí la esclava del Señor”, “Hágase en mi tu voluntad”, “Haced lo que él os diga”, “Hijo, tu padre y yo estábamos angustiados y te buscábamos”, nos permiten a confirmar esa disposición al servicio del Señor, esa entrega al cuidado de la familia y por ende, nos permite decir que ella es el modelo de Madre.
La misión del papá y mamá para con la sociedad es de llevar a los hijos que en primer lugar a que amen a Dios y por consiguiente al amor a sus semejantes, cumpliendo el papel de administradores de estos bienes más preciados que el creador a confiado en sus manos, no olvidando que la madre que da la fe es la iglesia, que la enriquece, que le sirve de modelo.
La madre, al igual que la Virgen María tiene el honor de llevar en el seno los hijos de que son la imagen del creador, por ello, que mejor modelo que imitar a la Virgen María. Este papel de mamá no es fácil si lo queremos llevar en nuestras fuerzas en las diferentes etapas de la vida de los hijos, por ello es muy importante ver la historia de María para tomar el modelo para actuar en cada circunstancia.
Los ejemplos de cómo vivir en el amor se aprenden en la familia, con respeto de los padres a los hijos y estos a sus padres, que son nuestro prójimo más inmediato, entonces como consecuencia aprendemos a cumplir los mandamientos de Dios, como honrar padre y madre, no matar, sino más bien dando luz a todo ser que se está concibiendo, así como viviendo en fidelidad conyugal, amando al prójimo como a nosotros mismos, actitudes básicas que demuestran que entendemos que lo primero es amar a Dios sobre todas las cosas y a tú prójimo como a ti mismo. En consecuencia, en la familia nace y reside el más apropiado sitio para aprender todos los buenos valores con los cuales ha de vivir alguien que ama a Dios
La ocupación de María, fue siempre benefactora, generosa, nunca pensando en sí misma, dio a luz y alimento; crió y acompañó a Jesús por tres décadas, y cuando su hijo partió a la casa del Padre, su presencia fue de gran relevancia, ya que nos dejó a María como nuestra Madre espiritual.
En conclusión que en nuestra vida familiar sea una invitada especial, como dijo el Papa Francisco Lo más lindo, lo más bello y lo más profundo para la familia; está por venir, el mejor de los vinos está en la esperanza de cada persona que se arriesga al amor, en la familia hay que arriesgarse al amor.