En el proceso de formación participaron 45 jóvenes, quienes harán florecer la semilla de la conversión.
Esta Jornada del Instituto San Isidro, fue asistida por la Pastoral Juvenil de la Natividad, ya que ellos cuentan con un largo proceso de formación, testimonio y trabajo continuo.
Colaboración: Rolando Obando
roja_obando@yahoo.com
Con este lema se desarrolló la Sexta jornada Juvenil del Instituto San Isidro, el cual se llevó a cabo en Centro Claret de esta bella ciudad de la Ceiba, fueron 45 Jóvenes quienes participaron de esta hermosa Jornada. De los 45 Jóvenes que recibieron la Jornada 39 fueron damas y seis caballeros.
NECESIDAD DE ESCUCHA
Una vez más queda evidenciado la inmensa necesidad que tienen los jóvenes, de ser escuchados, que se les atienda sus inquietudes, necesitan ser guiados, aceptan que muchas veces sus rebeldías se debe precisamente al problema que se presenta en la actualidad, el ser ignorados por sus padres, dicen sentirse invisibles en sus casas, por tal motivo pretenden llamar la atención haciendo cosas anómalas e incorrectas, ya que solamente así logran desviar la atención hacia ellos.
EQUIPO
El Jornalista Danilo Ortiz, fue quien rectoro el evento acompañado de un maravilloso y dinámico equipo de más de 30 Jóvenes de apoyo interno, externo, charlistas, logística, etc.
Atrás de este equipo también se encontraba un equipo de docentes pertenecientes a la institución, la maestra Vilma Marín, el, maestro Saúl Doblado.
MENSAJES
Siendo asistidos también por un par de Psicólogos, sin faltar el apoyo de la Iglesia Católica, por medio del joven sacerdote Denis López, recién consagrado, fue quien oficio la Eucaristía, centrando su mensaje en el amor, el perdón, e incitando a los jóvenes a seguir siempre hacia adelante, que si bien es cierto el mundo está lleno de sorpresas buenas y malas, pero son ellos quienes determinaran su futuro, les hizo hincapié que ellos son jóvenes con muchos talentos, con mucha capacidad, “ustedes son la alegría de hoy y de mañana, no borren esas sonrisas de sus rostros, desborden siempre su alegría sin caer en el libertinaje, no se afanen por lo material, por las marcas, por tener cada vez más y más, ya que el deseo desmedido de querer tener y no poder llevar a muchos jóvenes a cometer errores en su vida, actuando incorrectamente buscando placer y poder a cualquier costo.
Por favor joven no caigan en las garras del sexo, del alcohol, de las drogas, de las pandillas, de la violencia. su cuerpo es templo del espíritu santo. No lo mancillen, no lo profanen, cuídenlo”.
ANÉCDOTA
El sacerdote Denis, les comentó que una noche anterior salió a dar un paseo por un parque de la ciudad, y le entristeció mucho encontrarse con niñas y niños menores de edad, bebiendo de una manera desmedida, haciendo cosas incoherentes, completamente desinhibidas, sin pudor ni respeto hacia nadie, más aun hacia ellos mismos, lo más preocupante, es que ni siquiera se esconden o buscan privacidad, lo hacen a la vista de todo el mundo.
Solamente sentí pena, lastima, dolor e impotencia, no hice más que, levantar mis ojos al cielo y pedir perdón a Dios, por esos jóvenes que no saben lo que hacen, camine orando por ellos, para que salgan de ese camino pecaminoso.
En ese momento el Sacerdote Denis, se incorporó y suspiró fuertemente, el aula se tornó en un silencio sepulcral, se podía escuchar el sollozo y lamento de muchos jóvenes ahí presentes, lógicamente su mente se llenó de recuerdos vividos en algún momento por más de alguno ahí presente. Una vez finalizada la Santa Misa, se dispusieron a recibir su ultimo almuerzo en el Centro Claret, y despedirse de esas personas que eran ajenas en sus vidas, pero que el haber compartido por casi tres días, los unió como una sola familia, llenos de hermandad y unidad.
CONVERSIÓN
Todos se fundieron en un fuerte y fraterno abrazo entre lágrimas y risas, el rostro de muchos radiaba con una nueva luz, un brillo el cual se les había apagado, pero qué? Lograron recuperar nuevamente.
Pero aún faltaba lo mejor en reencuentro con sus familiares, papá, Mamá, hermanos, abuelos, tíos, esa familia que los esperaban con ansias, fue cuando el joven Danilo les dijo a los familiares presentes.
Familias acá están sus vástagos, sus hijos, por favor no pretendan que son otros hijos, son los mismos, con la diferencia que de ahora en adelante saben que busca que quieren, que sueñan, se han liberado de sus pesadas cargas, y salen ahora con más ánimos y energía para enfrentar la Vida.