La hermana Patricia Dowling, Monseñor Guido Charbonneau y la hermana Theresa Meuñier ,superiora general de las hermanas de San Jose de Toronto, Canada.
Con nostalgia y agradecimiento se despide del Arca de Choluteca, la Hermana Patricia Dowling, después de más de tres décadas de servicio en Honduras.
Jose Luis González
jolugoca12@yahoo.com
Fotos: Walter Vásquez
La comunidad del Arca y toda la diócesis de Choluteca agradece a Dios por regalarnos a grandes misioneros que dejan todo para servir a los más pequeños, es el caso de la hermana Patricia Dowling cariñosamente conocida como “Paty” quien nació cerca de Toronto, Canadá en 1938.
Ella ingresó a la comunidad de las Hermanas de San José en Toronto en 1956, realizando sus primeros votos en 1958, llegando a consagrarse perpetuamente en 1962.
Es nombrada para realizar una misión especial en Guatemala donde llegó en 1969, sirviendo allí durante muchos años en un campamento de refugiados, después de esa experiencia llega a Tegucigalpa en 1983 donde estuvo durante diez años, sirviendo a esta comunidad donde se atienden a personas con capacidades especiales.
En ese momento en Choluteca surgió la necesidad de un director para el Arca y es así como la hermana Paty llega al sur de Honduras en el año de 1993, con todo su dinamismo pero sobre todo con las ganas de servir a Cristo en el rostro de los más pequeños, los enfermos a quienes muchas veces excluimos y rechazamos como sociedad.
LABOR PASTORAL
Desde su llegada a Choluteca, la Hermana Paty junto a todo el equipo del Arca, tienen como prioridad atender a hermanos con capacidades especiales, muchos de ellos con un espíritu de alegría y entusiasmo que hacen de los días en los talleres y en los hogares, momentos especiales de comunión fraterna, allí también está presente el Señor Jesús en cada uno de nuestros hermanos del Arca.
Monseñor Guido Charbonneau presidió la Santa Eucaristia para dar gracias a Dios por todo el trabajo pastoral y de entrega de la hermana Paty “ella ha sido testigo del amor de Dios, el mundo está lleno también de personas buenas que entregan su vida al servicio de los demás, estas son noticias positivas a pesar de las muchas malas noticias que se presentan en nuestro mundo cada día” además el obispo agradeció de todo corazón la labor y el carisma de servicio que ha demostrado la hermana Paty a quien comparo con el Papa Francisco, calificándoles como verdaderos servidores de Dios.
La fiesta de agradecimiento se realizó en la parroquia San Pablo de la ciudad de Choluteca, lugar donde además de los fieles, llegaron todos los acogidos de los hogares del Arca, junto con los sacerdotes Bernardo Gómez y Teodoro Gómez.
“he contribuido un poco con el trabajo del Arca, muchas gracias por haberme recibido durante casi treinta años, me voy a mi país Canadá muy contenta pero mi corazón se queda en Honduras”
Así agradeció la hermana Patricia a toda la comunidad del Arca y a toda la diócesis.
Sor Paty ahora regresa a Canadá, donde estará un tiempo de descanso y regresara luego a la casa central de su congregación donde recibirá un envió para realizar su nueva misión.
Todo el amor y dedicación que Paty entrego a Choluteca, queda grabado en el corazón de todos, que Dios le Bendiga y le conceda seguir adelante, nos unimos al salmista que dice” el Señor ha estado grande con nosotros y por ello estamos alegres”.