Caminar
Salto cualitativo
Jóse Nelsón Durón V.
El paradigma, según Thomas Kuhn, científico-filósofo estadounidense, 1922-1996, es “un conjunto dado de creencias recibidas que profesa el grupo en un momento determinado” y, en vista de la multiplicidad de definiciones que existen, podríamos simplificar este concepto afirmando que un paradigma es el resultado de los usos y costumbres, de creencias establecidas a partir de verdades a medias, es decir, aceptadas como válidas por costumbre o por imposición, pero susceptibles de cambio. Es la percepción que tenemos de la realidaden que vivimos, fundamentados en modelos que damos por sentado. Un paradigma es ley, hasta que es desbancado por otro nuevo, que aparece cuando se produce un cambio cualitativo en las maneras de pensar, actuar y reaccionar, producto de una crisis de magnitud tal, que es capaz de cambiarlo todo.
Pongamos, por ejemplo, el paradigma religioso-social que debió enfrentar el Señor Jesús y la Iglesia en la expansión del cristianismo en un ambiente de nacionalismo judío: Israel era el pueblo de Dios y los otros pueblos eran paganos, porque paraser judío, miembro del pueblo de Dios, había que circuncidarse y, además, era cuestión de sangre, de parentela, de raíces familiares; es más, el plan de salvación divino contemplaba la unión de todos los pueblos en uno: Israel. Por eso el Señor Jesús, ante la pregunta sobre su parentela, ve la oportunidad de abrir una puerta: “« ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?» Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre.»” (Marcos 3,33-35)¡Ya está lanzada la piedra! A partir de Su irrupción en la historia humana Israel ha perdido su privilegio. Una crisis ha surgido y sólo será resuelta con sacrificio, dolor y sangre. Y abre el Señor Jesús el vientre de la historia humana para incluir a toda la humanidad en el amor filial de Dios e instituir la santa Iglesia, encargada de bautizar a todos, ya no circuncidarlos, en el nombre de la Santísima Trinidad y asegurar la salvación de sus miembros por la administración de los santos Sacramentos.
Han existido paradigmas en la ciencia, política, estudio, filosofía, sociología y en todos los ámbitos del quehacer humano y, generalmente, por no decir siempre, para su desaparición han debido solucionarse las crisis desatadas por el cambio repentino, cambiando anteojosy herramientas para mirar y solucionar el cambio del mundo en que vivimos. “Cuando una comunidad tanto científica como religiosa o política da por sentado un Paradigma, se crea un espacio-tiempo lineal en donde nada cambia de verdad y se establece como verdad inmutable y la evolución se estanca”, por lo que, para asumir el cambio, ha sido necesario un gran salto cualitativo en la vida, cultura y acomodo de todos. En las ciencias podríamos mencionar como ejemplos de grandes saltos cualitativos los descubrimientos de la rueda, del cero y la gravedad; la descalificación de la teoría geocéntrica;la teoría de la evolución y la selección natural de las especies;el descubrimiento de la navegación marítima y de América; de la aviación; la teoría de la relatividad; la energía nuclear… para no terminar. En el campo social, en el industrial, la construcción, medicina, ciencia espacial, técnica, etc., hemos ido de salto en salto, con una frecuencia cada vez más corta.
Vamos a referirnos a nuestro país, para abreviar y en vista de la cortedad del espacio que tenemos. El diálogo próximo a iniciarse para cambiar costumbres, mitos y paradigmas indignos y tontos en la percepción política, judicial, administrativa y ejecutiva del Estado, significará, de hecho ya lo hace, un salto cualitativo en todos los campos de la vida nacional y es necesario que lo realicemos con la debidaactitud, predisposición (o mejor sin ella), preparación y disposición para reajustar los marcos, descubrir y definir los vacíos del actual paradigma socio-político, para diseñar mejores herramientas en el cultivo de la vid nacional. Recordemos las palabras del Papa Francisco, Papa de la justicia social y de la digna y honrosa libertad de los pueblos: diálogo no significa negociación. Vayamos al diálogo sin imposiciones de ningún lado, abiertos a la nueva era de lucha contra la corrupción que todos los sectores desean, en búsqueda de la verdad, justicia y honestidad en el manejo de la cosa pública, para dignidad de todo el pueblo. El desecho de un paradigma significa el establecimiento de nuevos programas, modos, métodos, modelos, ejemplos; es el triunfo de una revolución; es un giro radical en la libertad y la cultura. Y esto no se logra con soldados vendidos, amargados y aburridos. Los saltos cualitativos, por el contrario, son realizados por auténticos hombres y mujeres de bien; que actúan y piensan en el bien común.