Santa María del Perpetuo Socorro, la Virgen del dulce mirar
El padre Alex Hernández incensando el Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro.
“Donde sea que nos pongamos ella siempre nos mira, es la madre que tiene sus ojos abiertos para ver a cada uno de sus hijos”. Padre Alex
Texto y fotos Lilian Flores
liflores@uicah.edu
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La Iglesia de Los Dolores se vistió de gala al celebrar la memoria de la Virgen del Perpetuo Socorro, patrona de la Congregación del Santísimo Redentor, más conocidos como Los Redentoristas, quienes atienden a esta parroquia desde hace 84 años.Durante nueve días se realizó el rezo del Santo Rosario, a través de temas se recordó la entrega, el amor y el sacrificio que la madre María hizo por su hijo, asimismo se motivó a los presentes a seguir el ejemplo de esta mujer que sin dudarlo dijo “Si” al Señor.
CELEBRACIÓN
Canticos aplausos y mucha alegría se vivió en la celebración eucarística, hasta donde llegaron decenas de feligreses de diferentes sectores, no sólo de la parroquia, sino también devotos a esta advocación mariana.
El padre Alex Hernández, párroco de Los Dolores, se refirió al amor de la madre como aquella mujer que está represente en los momentos más duros de nuestra vida. “La madre está con nosotros, aquella mujer que tiene un corazón grande, nos cargó durante nueve meses y también nos carga en su corazón durante toda su vida, así es la Virgen del Perpetuo Socorro, siempre atiende nuestras necesidades, acudimos a ella y nos auxilia”.
Durante la Eucaristía se le impuso la medalla con la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro a tres nuevas servidoras de la Archicofradía, donde adquirieron el compromiso de servir, visitar enfermos y hacer apostolado.En este grupo actualmente hay más de 50 personas.
REGALO
Al celebrar los 150 años de presencia de la Virgen del Perpetuo Socorro en la comunidad religiosa Redentoristas, se inició con el Año Jubilar. El Papa Francisco hizo un regalo a esta congregación, todos los devotos a esta advocación mariana podrán gozar de la Indulgencia Plenaria, durante todo el año, siempre y cuando cumplan con la confesión, asistencia diaria a la Eucaristía y recen por las intenciones del Santo Padre.
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