Realizan Tercer encuentro conyugal participativo
Grupo de parejas que participó en el Encuentro Conyugal.
Al finalizar el encuentro, cada pareja renovó las promesas que hicieron el día de su Matrimonio.Texto y fotos Lilian Flores
liflores@unicah.edu
El fin de semana anterior el Movimiento Familiar Cristiano, de la parroquia San José Obrero realizó su tercer encuentro conyugal, con el fin de que los participantes fortalezcan aún más los lazos de amor que los une.
Este es el tercer encuentro conyugal participativo, las parejas participantes quisieron darse un espacio para ellas mismas, ya que con los afanes del trabajo, los que haceres del hogar y la atención de los hijos, muchas veces se olvidan de darse un tiempo como pareja.
Este tipo de convivencia sirve para tratar y reflexionar sobre temas de interés familiar, porque cada familia se vive situaciones diferentes, pero tratan de buscar soluciones a los problemas del acontecer diario, siempre guiados de la mano del Señor.
PARTICIPANTES
En este encuentro hubo representación de tres parroquias, La Maximiliano Kolbe, San José Obrero y Sagrada Familia, actualmente en estas parroquias existe el Movimiento Familiar Cristiano, con mayor presencia en San José Obrero.
En total participaron 13 pajeras; ocho de San José Obrero, cuatro de Maximiliano Kolbe, y una de la Sagrada Familia, y seis parejas de servidores, también se unieron a esta convivencia dos parejas de la Arquidiócesis de Comayagua.
FINALIDAD
Uno de los motivos principales es encontrarse como pareja, descubrir las situaciones y ataduras que los alejan de poder encontrar la felicidad, de sentir la presencia de Jesucristo en sus vidas.
Recuperar la confianza que se ha perdido a través del tiempo, el diálogo es muy importante a través de él hay un mejor encuentro y compromiso entre la pareja y los hijos.
Este encuentro se realiza durante el segundo año de formación, algunos de los participantes ya tienen más de 10 años de pertenecer al Movimiento Familiar Cristiano. El movimiento exige una constante renovación y compromiso, primeramente con Dios y con el Sacramento del Matrimonio.
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