Semanario FIDES

EL DECANO DE LA PRENSA NACIONAL

Fe, oración y testimonio pidió Francisco a los nuevos arzobispos

Uno de los cuatro arzobispos mexicanos recibe el palio de manos del Papa Francisco.

Uno de los cuatro arzobispos mexicanos recibe el palio de manos del Papa Francisco.

“Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estéril, un muerto que cree estar vivo, un árbol seco que no da fruto, un pozo seco que no tiene agua”. Francisco.Ciudad del Vaticano (AICA):  El papa Francisco presidió  en la basílica de San Pedro, la Celebración Eucarística en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo y realizó la bendición de los palios que fueron entregados a los nuevos arzobispos.
En la misa, como es habitual en la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, estuvo presente una delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla enviada por su santidad Bartolomé I, guiada por su eminencia LoannisZizioulas, metropolita de Pergamo; acompañado de su eminencia Maximos, metropolita de Silyvria; y del padre HeikkiHuttunen, de la Iglesia Ortodoxa de Finlandia.
En su homilía, el Papa hizo una llamada a la oración, a la fe y al testimonio. Comenzó hablando de las persecuciones que “desgraciadamente perduran todavía hoy en muchas partes del mundo, a menudo bajo la mirada y el silencio de todos” y recordó la valentía de “los Apóstoles y de la primera comunidad cristiana, la valentía para llevar adelante la obra de la evangelización, sin miedo a la muerte y al martirio”.
“La primera comunidad cristiana “era una Iglesia en oración”, dijo Francisco y agregó “si pensamos en Roma, las catacumbas no eran lugares donde huir de las persecuciones sino, sobre todo, lugares de oración, donde santificar el domingo y elevar, desde el seno de la tierra, una adoración a Dios que no olvida nunca a sus hijos”.
“Ninguna comunidad cristiana puede ir adelante sin el apoyo de la oración perseverante”, explicó el Papa, “en la oración, el creyente expresa su fe, su confianza, y Dios expresa su cercanía, también mediante el don de los Ángeles, sus mensajeros”.  “La Iglesia no es de los Papas, de los obispos, de los sacerdotes y tampoco de los fieles, es única y exclusivamente de Cristo. Sólo quien vive en Cristo promueve y defiende a la Iglesia con la santidad de vida, a ejemplo de Pedro y Pablo”, expresó. “Los creyentes en el nombre de Cristo resucitaron a muertos, curaron enfermos, amaron a sus perseguidores, demostraron que no existe fuerza capaz de derrotar a quien tiene la fuerza de la fe”, afirmó.  Finalmente, el obispo de Roma habló del testimonio y mostró cómo fue el de Pedro, Pablo y todos los Apóstoles de Cristo: “Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estéril, un muerto que cree estar vivo, un árbol seco que no da fruto, un pozo seco que no tiene agua”.
Dirigiéndose a los nuevos arzobispos, el Santo Padre les dijo “la Iglesia los quiere hombres de oración, maestros de oración, que enseñen al pueblo que les fue confiado por el Señor que la liberación de toda cautividad es solamente obra de Dios y fruto de la oración, que Dios, en el momento oportuno, envía a su ángel para salvarnos de las muchas esclavitudes y de las innumerables cadenas mundanas”.

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Esta entrada fue publicada el 3 julio 2015 por en Desde el Vaticano.
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