Los jóvenes que dejaron a un lado las actividades que cotidianamente realizan para poder reencontrarse y buscar o reforzar sus objetivos en la vida, ante tantos problemas que ellos enfrentan en la sociedad hondureña.Texto y fotos Rolando Obando
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Un numeroso grupo de jóvenes de ambos sexos realizaron recientemente una jornada cuyo lema fue: “Alabanza y Bendición, Cristo es mi Inspiración”, que se realizó en el Centro Claret de esta ciudad puerto y la mayoría de los participantes experimentaron por primera vez un encuentro personal con el Señor Jesús.
Los jóvenes que dejaron a un lado las actividades que cotidianamente realizan para poder reencontrarse y buscar o reforzar sus objetivos en la vida, ante tantos problemas que ellos enfrentan en la sociedad hondureña como la falta de oportunidades y la desintegración familiar.
Lastimosamente los muchachos y muchachas de nuestra sociedad enfrentan grandes retos en varios aspectos como el familiar, laboral y económico. Esas mismas condiciones afectan a sus padres que optan por separarse y emigrar en busca de mejores alternativas de vida y un mejor futuro para sus hijos.
Esa separación trae graves consecuencias en las familias, más aun en los Jóvenes, porque al faltar la figura paterna o materna, ellos entran en un proceso de desestabilidad emocional, que se refleja claramente en el hogar, en sus centros de estudios, en su entorno.
También la paternidad irresponsable es un factor que hace que muchos jóvenes busquen lo que no encuentran en el hogar, tienen que salir a buscarlos en el mundo en la sociedad convulsionada, que en la mayoría de las veces les ofrece un mundo de sueños y esperanzas ficticias.
Es cuando los muchachos y muchachas corren el gran riesgo de caer en las garras del alcohol, las drogas, la prostitución, la sed de querer tener dinero y poder a cualquier costo, sin medir las consecuencias.
Ante esa realidad es que las jornadas de reflexión se convierten en una opción para comenzar un proceso de conversión y aceptación personal. Cuando los jóvenes aceptan asistir a estas jornadas no sienten el deseo de regresar a la realidad en la cual están inmersos, porque descubren valores, y el encuentro con el Señor les proporciona seguridad y les abre la visión hacia nuevas perspectivas,
Al salir de la jornada ellos narran vivencias que no se pueden describir con palabras, pues hay que experimentarlas y sentir en carne propia esas transformaciones de vida, donde se despojan del hombre viejo y se reviste del hombre nuevo.
Por ello, joven, cuando recibas una invitación de asistir a una Jornada Juvenil, no la deseches, acepta y participa de las alegrías y triunfos con los cuales saldrás de ahí.
JÓVENES EVANGELIZADORES
Quienes rectoraron la jornada son muchachos que anteriormente participaron de una jornada y se han preparado para evangelizar a los muchachos y muchachas de su misma edad. Ellos son acompañados por adultos, principalmente Miembros del Movimiento Familiar Cristiano, quienes ponen todo su empeño en escuchar y orientar a los participantes en las jornadas.
Beyra Rodríguez y Andrea Martínez, fueron los encargados de rectorar el encuentro y los charlistas fueron: Danilo Ortiz, Paola Gutiérrez, Isis Armijo, Félix Guzmán, Andrea Martínez y Beyra Rodríguez. El administrador de la jornada fue Byron Rodríguez y de logística Franklin Barahona.