Durante su recorrido la Misión hizo ver a las autoridades con las cuales se reunió que están obligadas a asegurar el respeto de las personas migrantes y aportar una mirada crítica sobre el contexto de país y su tratamiento a la migración de tránsito.Texto y fotos Lilian Flores
liflores@unicah.edu
Una Misión Regional con el tema migratorio estuvo recientemente en Honduras con el objetivo de investigar y denunciar la situación de las personas migrantes desaparecidas, las que están en centros detención y privados de libertad, así como personas que huyen de la violencia y son interceptadas en el camino hacia Estados Unidos.
La gira fue organizada por la Red Jesuita con Migrantes en Centroamérica (RJM-CA) en colaboración con el Servicio Jesuita para Migrantes de México (SJM- M) por Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México.
PROPÓSITO
La Misión denominada por los derechos de las personas migrantes en tránsito, comenzó su recorrido los primeros días de junio en Nicaragua y en cada país que visitó se reunió con representantes de los Estados, organizaciones de sociedad civil y otros organismos para dar continuidad al proceso de investigación de migrantes centroamericanos desaparecidos y aquellos que se encuentran privados de libertad sin asistencia ninguna.
En Honduras, en un esfuerzo conjunto en el marco de la misión, la Pastoral de Movilidad Humana (PMH), el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos de El Progreso (COFAMIPRO) en el Foro Nacional para las Migraciones (FONAMIH) y la RJM- Honduras, se reunieron con autoridades de la Secretaria de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de la Secretaria de DerechosHumanos y Justicia del Instituto Nacional de Migraciones y del Comisionado Nacional de Derechos Humanaos ( CONADEH), para tratar la problemática que viven los migrantes.
INDIFERENCIA
Desde COFAMIPRO se han enviado a la Dirección de Asuntos Consulares entre el 2013 y el 2015, al menos 15 casos de personas migrantes privadas de libertad, cuyos familiares solicitan tener información sobre su situación jurídica y estado de salud física y psíquica. Desafortunadamente estas solicitudes no han tenido el debido seguimiento y la mayoría de los migrantes privados de libertad no cuentan con apoyo consular y asimismo sus familiares continúan sin tener una comunicación efectiva e información periódica sobre los privados de libertad.
Por su parte Sor Mara Lidia de Souza, de la Pastoral de Movilidad Humana indicó que la misión expone sus preocupaciones, pero también ofrece propuestas a las autoridades y a otros organismos nacionales e internacionales, así como a las organizaciones de la Sociedad Civil, porque el contexto actual indica que la migración forzada aumenta y con ello el sufrimiento de miles de familias hondureñas.
Situación que viven los migrantes en la ruta migratoria
Debido a la intervención del gobierno estadounidense, las autoridades mexicanas han incrementado la seguridad y vigilancia en la zona fronteriza, esto impide que los hondureños logren obtener el sueño americano. Con esto han disminuido las deportaciones desde Estados Unidos y ha incrementado en un 50% desde México. Sor Valdette Willeman encargada del Centro de Atención al Migrante Retornado manifestó que la cantidad de migrantes retornados desde Estados Unidos ha disminuido en un 43 por ciento comparado al año anterior. A través de las Hermanas Escalabrinianas se hizo un diagnóstico con los migrantes deportados en donde el 5.4 % de la población retornada durante el mes de junio hasta diciembre del año pasado sufrieron amenazas y extorción, y para salvaguardar sus vidas pidieron refugio en ese país. Para que esto se pueda dar hay que hacer una serie de trámites y no es nada seguro, mientras hay una respuesta las personas permanecen detenidas.
VIOLENCIA EN LA RUTA MIGRATORIA
Hay dos tipos de violencia que los migrantes sufren en la ruta migratoria, según lo que cuentan los mismos retornados; en México se da la violencia física, son violados, secuestrados maltratados y mutilados. Sin embargo la violencia que se da en Estados Unidos es la psicológica, al escuchar que les dicen que no sirven para nada, que son intrusos, no les dan alimentación adecuada, los humillan, los ponen en cuartos fríos. Todo esto se da una vez que son detenidos y al venir a su país llegan frustrados por el trauma psicológico que han pasado. Ambas violencias dejan secuelas muy fuertes en la vida de cada persona.