El estadio Carlos Miranda resultó insuficiente para la cantidad de personas que estuvieron en esta vigilia.
Más de 17 mil jóvenes provenientes de todo Honduras, clamaron para que acabe la violencia, la pobreza extrema, la desintegración familiar y el vacío de Dios que existe en el país.Texto y Fotos Eddy Romero
emromero@unicah.edu
Colaboración: D.Naranjo/G. Santos
Año con año, las muchachas y muchachos hondureños son citados en una de las diócesis del país, para celebrar la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ). Este evento comenzó hace más de cinco años y esta vez le tocó el turno a Comayagua.Fueron más de 17 mil jóvenes los que se hicieron presentes en el Estadio de Fútbol Carlos Miranda, para gritar a una sola voz “Soy Joven, con María sigo a Cristo cada día”.
El encuentro comenzó con el rezo del Rosario y la animación de un grupo local. El espacio fue insuficiente para la gran cantidad de jóvenes que dejaron todo por estar en este evento nacional que es promovido por el Departamento Nacional de Pastoral Juvenil de Honduras (Denpajh).
Todos se pusieron en pie, cuando hizo su ingreso la Cruz Peregrina de la JNJ, junto a la imagen de la Virgen de Suyapa, signos característicos de este tipo de Jornadas, en recuerdo de la Cruz e Icono de María de las jornadas mundiales de la juventud.
EUCARISTÍA
Alrededor de las siete de la noche, una decena de seminaristas de la Diócesis de Comayagua iniciaba la Procesión de Entrada, el incienso perfumaba la cancha de fútbol mientras alrededor de cincuenta sacerdotes y siete obispos se dirigían al estrado principal que se convirtió en el epicentro de la fe juvenil de Honduras.
Presidió la Eucaristía, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras. Visiblemente emocionado, el Arzobispo de Tegucigalpa se dirigió a los miles de jóvenes y les felicitó por ser valientes seguidores de Cristo.
Al meditar sobre el Evangelio, advirtió a los jóvenes de las “tormentas” actuales que atemorizan a la Juventud. “Drogas, alcohol, sexo desenfrenado, delincuencia y la presencia de maras y pandillas” son algunos de los problemas que atenta contra la mayor parte de la población hondureña que es joven.
Llegó el momento de la presentación de ofrendas y cada diócesis y movimientos juveniles presentes, llevó al Altar signos característicos de sus lugares.
PRESENTACIONES
Posterior a la Eucaristía comenzaron las presentaciones artísticas por diócesis. Inició Trujillo con mucha alegría entonaron un canto juvenil que puso a mover a los presentes y hasta despertó a aquellos que por alguna razón habían sido víctima del sueño.
La Diócesis de Olancho, hizo gala de los dotes artísticos de sus muchachos, quienes presentaron una coreografía que les dejo reflexionando sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana.
Choluteca por su parte, utilizó la canción del Mes de la Juventud para hacer una presentación que arrancó muchos aplausos entre los jóvenes.
CANTANTES CATÓLICOS
Como un regalo para la juventud, la Diócesis de Comayagua gestionó la participación del cantante católico peruano Luis Enrique Ascoy, que por más de una hora animó, puso a bailar y a orar a todos los jóvenes que a coro, cantaban todas sus canciones.
Otro de los grupos musicales que se hizo presente a la JNJ, es el Ministerio de Música Católica Jésed, provenientes de México. Ellos tuvieron participación en dos momentos, el primero fue la animación de la Hora Santa.
En otro momento, tuvieron la oportunidad de animar y poner a bailar a todos los chicos. Este ministerio se caracteriza por que sus himnos son muy utilizados en las celebraciones eucarísticas y momentos espirituales.
NO TEMAS
Jesús Eucaristía, el protagonista de esta magna vigilia apareció entre la multitud, en una imponente custodia que robaba las miradas. Los aplausos a Jesús no se hacían esperar. Se alababa, se oraba, se contemplaba al Rey de Reyes que cada vez, se acercaba al escenario. Fue acompañado por los Seminaristas de Comayagua. Monseñor Rómulo Emiliani, Obispo Auxiliar de San Pedro Sula y encargado del Denpajh acompaño este momento de oración. comenzó alabando a Jesús, a quién le presento la juventud hondureña. Hubo momentos para pedir perdón, sanar heridas y sobre todo, pedir por la paz en Honduras, un país que vive inmerso en la violencia, corrupción y una cultura de la muerte. Monseñor Emiliani aprovecho el momento para realizar una oración de liberación para todos aquellos jóvenes que viven inmersos en el pecado.
CLAUSURA
Ceiba, Santa Rosa de Copán y Yoro realizaron el segundo segmento de presentaciones. Cada uno plasmó una obra de teatro, con diferentes ritmos y mensajes, pero cada uno a su modo, alentó a la juventud de Honduras.
El tercer bloque correspondió a la Arquidiócesis de Tegucigalpa, el Movimiento Encuentros de Promoción Juvenil, más conocido como los Emproístas, las Obras Misionales Pontificias en su departamento de Juventud sin fronteras, la Diócesis de San Pedro Sula y los anfitriones, Comayagua.
El acto finalizó con las palabras de Monseñor Emiliani, quien agradeció todo el esfuerzo de la diócesis anfitriona.