Semanario FIDES

EL DECANO DE LA PRENSA NACIONAL

Un Siervo de Jesús, con olor a oveja

Junto a Monseñor Juan José Pineda, los presbíteros Juan Ignacio, Francisco y Eugenio, en la bendición de la remodelación del templo “Salvador del Mundo” en junio del año pasado.

Junto a Monseñor Juan José Pineda, los presbíteros Juan Ignacio, Francisco y Eugenio, en la bendición de la remodelación del templo “Salvador del Mundo” en junio del año pasado.

El padre Ignacio Sepúlveda, será recordado por todos sus parroquianos como un hombre carismático, jovial,  amigable, cariñoso, humanitario, y sobre todo comprometidoa trabajar por el Reino de Dios, su rostro siempre refleja la alegría del Evangelio que predica.Texto y fotos Lilian Flores
liflores@unicah.edu
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La obediencia es uno de los votos que se profesan el día de la ordenación presbiteral, sumidos a esta promesa, muchos religiosos tienen que dejar su misiónen un lugar específico y cumplir con la misma misión evangelizadora en otro lugar.
Después de 11 años de estar en Honduras, llegó la hora de regresar a su México querido, su tierra que lo vio nacer, el padre Juan Ignacio Sepúlveda, dejó la parroquia El Salvador del Mundo, para cumplir una nueva tarea que todavía no está definida por el superior de la orden “Siervos de Jesús” a la cual él pertenece.

SU PASO POR HONDURAS
Llegó a Honduras el 31 de marzo del 2004, durante 15 días estuvoen la parroquia El Salvador del Mundo de la Colonia Cerro Grande,  después se trasladó a Olanchito, Yoro en donde estuvo como vicarioen la parroquia San Jorge, durante 5 años y medio.
En Septiembre del 2009 fue asignado como capellán en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en el  2011acompañó a los jóvenes en la Jornada Mundial Juvenil (JMJ) que se realizó en  Madrid.
Mientras era capellán de la UNAH, siempre apoyaba en  la parroquia Salvador del Mundo, de la cual fue nombrado párroco el  24 de agosto del 2012. Con su forma de ser el padre Ignacio se ganó el cariño y el aprecio de sus feligreses, quienes lloraron su partida.Muchos encontraron en él un gran amigo y consejero, quienes en momentos difíciles lo buscaban para recibir  una palabra de aliento, siempre dispuesto  a escuchar y ayudar a quien lo necesitaba.
Desde que asumió la parroquia supo dar lo mejor para ella, pese al poco tiempo se  ganó el cariño y la simpatía de todos, asimismo  lo hizo en cada lugar al que sirvió desde su llegada  a este país.

DESPEDIDA
Días antes de su retorno a México se le organizó una despedida, muchas personas de los diferentes sectores que conforman la parroquia y jóvenes de la Pastoral Universitaria a la cual también sirvió,  llegaron para compartir con él y desearle lo mejor del mundo.
En una tarde llena de sorpresas, presentaciones artísticas, canciones, poesías, acrósticos, bailes y reconocimientos por su ardua labor, se despidió al padre Juan Ignacio, con la esperanza de un día tenerlo de regreso en nuestra tierra. Pese a la gran tormenta que cayó,  la gente estuvo hasta el final de la celebración, misma que terminó con la Eucaristía presidida por el homenajeado.Lágrimas y  abrazos, fueron algunas muestras de cariño que el padre  recibió, en donde se decía que hasta el cielo lloraba su partida.

BIOGRAFÍA
Juan Ignacio Sepúlveda Gonzáles, nació en México el 6 de marzo de 1961, sus padres Juan Ignacio Sepúlveda  (Q.D.D.G) y Lila Elvira Gonzáles, es el cuarto de cinco hermanos, él es el único hijo varón, es graduado en medicina veterinaria, comerciante y durante tres años se dedicó a fabricar  artículos de piel. Ingresó al seminario en 1992  estudiando la licenciatura de Filosofía, en 1996 sacó Teología en Toledo España. Fue ordenado sacerdote el 25 de julio del 2000, después de ser ordenado fue asignado a la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Puebla, también fue capellán del Instituto México y de la Universidad Popular Autónoma de la ciudad de Puebla.

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Un comentario el “Un Siervo de Jesús, con olor a oveja

  1. Karen Patricia
    6 agosto 2015

    El Padre Juan Ignacio Sepúlveda estará siempre en nuestros corazones, guardamos la esperanza de tenerlo algún día nuevamente por nuestra querida Parroquia Salvador del Mundo. Gracias Padre por servir con amor al prójimo y sobretodo por entregar su vida a Jesus! Que sobreabunden las bendiciones en su vida donde sea que esté.

    Un abrazo con todo el cariño del mundo.

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Esta entrada fue publicada el 23 junio 2015 por en Arquidiócesis.
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