Texto y Fotos Johanna Kattán
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“Creemos que él está en el cielo, y que desde allá él nos va a cuidar y nos va a seguir ayudando, porque él es un ángel para nosotros, especialmente para todos los pobres que él sirvió , que el dio su vida por ellos, se quitaba su comida y se la daba a los niños de la calle con tanto amor, para él su vida siempre fue servir”, expresa Esperanza Dubón, la secretaria del padre Saturnino Senis, y quien lo acompañó hasta el último momento de vida.
SIN TEMOR PARA SERVIR
“El padre Saturnino nunca tuvo miedo, él decía siempre, yo estoy protegido por Dios que me cuida, y yo le decía, padre no se venga tan temprano de la oficina a la Catedral porque se venía a veces a las cuatro de la mañana, pero él lo que hacía era sentarse alrededor de este árbol en la esquina, ahí se rodeaba de gente, de los barrenderos, de los niños de la calle, de los policías, de todo mundo y eso a él le encantaba.
Me decía: yo no puedo dejar de hacerlo, porque eso me da vida, les compraba botes de cereal, les compraba pan , en las mañanas a toda esa gente que pasaba a sus trabajos. A los barrenderos éltenía un cariño especial porque decía: “hacen una labor digna de imitar”, narra Esperanza.
AMOR INCONDICIONAL POR LOS POBRES
“El padre Saturnino decía que si él no les daba comida a esos muchachos, quién se las iba a dar, por eso dijo; siempre siempre estaré con ellos a su lado, les compraba ropa, bueno que era lo que el padre no hacía por estos muchachos de la calles, algunos de ellos ya se han rehabilitado gracias a Dios. Tenemos muy buenas experiencias con unos tres muchacho que ahora ellos ya están con su familia, gracias a los cuidados del padre Satur, a las enseñanzas, a sus mimos, porque él los mimaba”.
“Yo recuerdo bien un niño, que el padre los quería mucho, él se llamaba Manuel. Tenía unos ojos preciosos, anduvo en la calle con elresistol, entonces una vez llegó a la oficina este niño que le decíanpulga y le dijo: “padre abráceme, abráseme…” Y el padre así como andaba el niño de sucio y lleno de resistol, lo abrazaba , lo besaba y le decía : Manuel yo te quiero,esas son palabras que en la mente de ellos están grabadas por siempre”, agrega.
Carlos Núñez
“Siento como si mi papá ha muerto”
Desde los 8 años de edad, Carlos Núñez empezó a andar en las calles, luego de que su madre muriera y quedara abandonado por su progenitor.
“El padre Saturnino me conoció desde los 8 años y me da mucho gusto que lo conocí, digamos como si fuera padre mío, como si fuera mi papá y hace falta porqueél nos daba todo, nos llevaba a curar, nos daba medicina, si teníamos algo él pagaba todo y pues ahora que está haciendo falta, siento como si mi papá ha muerto”, relata el joven.
UN PAPÁ ENTREGADO
“Él nos compraba en Navidad ropa y nos llevaba a bañar a la playa y como yo nunca me di cuenta, creía que era mentira que él estaba muerto hasta después supe, se me rompió el corazón, me puse a llorar por él”.
“Pues ahorita que no está, ya estoy agarrando el consejo de él, de lo que me dijo antes de que estuviera muerto. El me aconsejó y todo y me ponía la mano en la cabeza y jugaba con él”, recuerda Carlos. Senis también compartía dulces con los más necesitados. “Me daba confites y todo, me da pesar que se hubiera muerto porque nunca me di cuenta de este toque que le iba a pegar en el corazón, ya a varia gente le hace falta , porque él nos ayudaba a todos, les ayudaba a los pobres, iba a todos lados a visitar a los enfermos. Eso era lo que tenía el padre, nunca fue malo con uno .
CONSEJOS PATERNALES
“A mí el padre me dijo, no vayas agarrar en mala cosa, no vayas andar ahí tirándote a la calle, ya te recuperaste, está bien, yo te puedo ayudar en otras cosas, eso fue lo que me dijo el antes de que estuviera enfermo”…