“Amigo y hermano de los pobres, un hombre campechano de buen humor y un hombre muy sincero que decía la verdad, es la manera en que lo voy a recordar”.
Monseñor Rómulo Emiliani.
Texto y Fotos Johanna Kattán
jokattan@unicah.edu
Compartió con el padre Senis durante casi trece años, “fuimos muy bueno compañeros, buenos amigos, buenos hermanos, realmente con el padre Saturnino se podía convivir, tenía buen humor , era muy agudo en sus observaciones , y además compartíamos la comida. Por ejemplo, le gustaba comer, él comía bien,yo también , pero sobre todo compartíamos el amor al pueblo, el servicio a esta comunidad sampedrana . Yo admiré mucho al padre porque él era muy sensible a los pobres, las largas filas fíjese usted, de gente que iba, el dando comida , el mismo organizaba esa distribución de comida, todos los días había algo”.
“Lo llaman el padre de los pobres.Fue una persona además que le gustaba bromear, le gustaba comentar la temática nacional. Tenía un agudo sentido de las cosas, era un poco crítico, pero también era un hombre compasivo, y realmente muy entregado a los pobres”, relata Monseñor Emiliani.
Valiente para denunciar la injusticia social. “Cómo defendía aquí en San Pedro Sula a los que trabajaban en lo oficios más humildes,a los barrenderos, a veces les debía a dos, tres meses y el en el pulpito protestaba y ya en la alcaldía escuchaban, y aunque no había plata buscaban como pagar a los barrenderos. ha sido un hombre muy agudo, muy bueno , un hombre de Dios”. “Compartíamos la mesa, la televisión , hablábamos de tantos temas , él sabía de muchas cosas , daba gusto conversar con el padre Saturnino”, señala Monseñor Emiliani. “Una nota curiosa, su hermano y su cuñada llegaron a verlo desde hace días, y justamente ese día que ellos se despidieron, él se va él al cielo”.