Semanario FIDES

EL DECANO DE LA PRENSA NACIONAL

Una Iglesia callada

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Reflexión
Una Iglesia callada
P. Juan Ángel López Padilla
En los últimos días he recibido una serie de reclamos, de varias personas creyentes y algunas que dicen serlo, pero que están lejos de ser realmente personas de fe. A esos que me han insultado y han insultado a mi madre, la Iglesia, les perdono de todo corazón y sepan que hasta la Santa Misa he ofrecido por ustedes.La razón de los insultos nace, en esa tentación eterna que tenemos en nuestro mundo, de pretender que la Iglesia responde a inmediatismos o por oportunismo. En la situación actual, socialmente hablando, con tanta gente en la calle alzando la voz en base a lo que es justo, pretenden que la Iglesia “tome partido”; porque según estos, que viven apegados a una cultura nacida de los mass media, en los que no hay historia y a veces poco sentido crítico, la Iglesia no ha dicho nada con respecto a la corrupción en Honduras. Algunos se han atrevido incluso a acusarme y acusar a las autoridades de la Iglesia, de vendidas, que recibimos dinero del Gobierno. Debo admitir que he recibido dinero del Gobierno. El mes pasado me mandaron un mensajito diciendo que, con gran esfuerzo del gobierno, me habían recuperado 3.15 lempiras por llamadas caídas. No sé si esto me define como corrupto.
El tema es que, quisiera dejar bien sentada, la posición que tienen nuestros obispos y que tienen años de estar hablando de la situación en el país y que no van a salir, hasta ahora, con un comunicadoa la carrera y para ganar simpatías,a poner el dedo sobre el renglón.
Antes de la crisis del 2009, escribían: Además de otras tareas, es impostergable despolitizar el poder judicial y frenar el tráfico de influencias económicas para lograr su total independencia; establecer los procedimientos adecuados para la pronta aplicación equitativa de las distintas leyes; recuperar los valores morales, especialmente el amor a la verdad. (Carta Pastoral de la CEH “Por los caminos de la esperanza”, 57,marzo 2006) y más aún las principales garantías contra la corrupción son el ejercicio de la justicia con transparencia, veracidad, apego a la ley, profesionalidad e independencia de cualquier tipo de poder; la institucionalización de la rendición de cuentas y el acceso a la información en las distintas áreas de la administración pública; y la formación moral de la conciencia, desde la infancia y juventud, en la familia y en la sociedad. (Por los caminos de la Esperanza, 58)
Y como, yo sé que van a decir que eso no dice nada con respecto a las reacciones ciudadanas de los últimos días. Aquí les dejo lo que dijeron en febrero de este año: Es necesario el compromiso ciudadano de toda la población hasta que la democracia garantice una convivencia libre de corrupción, de impunidad y de violencia.
Así que si, compromiso ciudadano, pasa por hacer sentir su voz y su descontento, sin ofender y sin llamar a remedios peores que la enfermedad, entonces ha sido la Iglesia “callada”, que algunos señalan, la que nos pidió a todos, responsabilidad frente a la realidad actual.
Con todo, es imprescindible encontrar caminos para el diálogo, porque en esta coyuntura: dialogar es una necesidad, pero hay que saber hacerlo, porque un buen ciudadano, más si es el que gobierna, es el que sabe escuchar a los demás, no el que cree tener siempre la razón; porque es en los oídos, donde nacen los encuentros sinceros, sobre todo cuando se escucha la voz de la conciencia.

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6 comentarios el “Una Iglesia callada

  1. Hector Manuel Orellana
    17 junio 2015

    Sin embargo aunque reconozco que cada quien quisiera que se incline a favor de lo que nosotros pensamos o queremos también es cierto que el papel de las iglesias todas, es tibio sino a favor del gobierno, y si creo necesario que la iglesia tenga una opinión en estos momentos, porque le historia real dice otras cosas como el triste papel que desempeño el Cardenal en el golpe de estado, que lo hizo blanco de muchas criticas. saludos

  2. lazaro molina
    16 junio 2015

    Padre gracias por defender a la Iglesia. Quienes dicen cosas contra la iglesia no saben historia.

  3. Fernando Aparicio
    15 junio 2015

    Creo que generalizar es inapropiado. La sociedad hondureña debe saber que las preferencias del CArdenal y sus discursos inclinados no son la voz oficial de la Iglesia Catolica. El desprestigio al que se sometio por los hechos del golpe de estado del 28 de Junio del 2009, solo lo arrastran a el como ciudadano. La voz oficial de la Iglesia Catolica se conoce a traves de los comunicados de la Conferencia Episcopal de Honduras.

  4. jcoyuela
    15 junio 2015

    Padre, le agradezco su artículo. Ponderado y sobre todo defendiendo a la Iglesia con la verdad. Saludos

  5. Nohelia
    15 junio 2015

    Me gusta su comentario Padre, y me consta que la Iglesia hace llamados a una administracion publica libre de corrupcion, una justicia oportuna e igualitaria, una economia equilibrada y solidaria, un ejercicio politico y ciudadano moral y basado en principios y valores. Quiza algunos/as ciudadanos/as quieren mas frecuencia y divulgacion de los mensajes de los representantes de la iglesia y que se corrijan actitudes pasadas que danaron la relacion de los feligreses, y me incluyo con mucho respeto, con sus autoridades.

  6. Cinthia Cano
    15 junio 2015

    Padre Juan Ángel, siempre es un gusto leer sus escrito, por la elocuencia, la sinceridad en sus palabras, pero aún más por refrescar memorias – que parecen ser selectivas. La Iglesia Católica es objeto de críticas por muchas circunstancias, si hace algo – es malo, si no las hace – también es malo, por eso creo que solo el que quiere creer….cree!!! Lo felicito.

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Esta entrada fue publicada el 15 junio 2015 por en Punto de Vista, Reflexión.
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