De la hermosa zona que baña el caudaloso río Patuca, asistieron 38 jóvenes de diferentes grupos juveniles a la formación que se realizó durante el pasado fin de semana.Texto y fotos Carlos Moreno
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En el mes de la Virgen y aprendiendo de ella a tener un corazón en salida, un corazón misionero y de escuchar el mandato de ir por todo las naciones, llegó un pequeño equipo de formadores de jóvenes misioneros hasta la zona del Patuca, en el municipio de Nueva Palestina, para dirigir la Escuela de Liderazgo Misionero (ELMIJ).
Este espacio de formación ha traído muchos frutos para el trabajo de animación, formación y cooperación misionera en la Diócesis de Juticalpa. Y de la hermosa zona que baña el caudaloso río Patuca, asistieron 38 jóvenes de diferentes grupos juveniles a la formación que se realizó durante el pasado fin de semana.
En su caminar firme, las Obras Misionales Pontificias (OMP) van animando y formando al pueblo de Dios en la espiritualidad misionera, a la vez impulsando la cooperación misionera entre las iglesias particulares. Esta vez le tocó a jóvenes animadores de las parroquias Santa Gertrudis de Juticalpa y San Francisco de Asís de Catacamas, reunir líderes misioneros para apoyar el caminar juvenil misionero de la parroquia suroriental del departamento.
Los muchachos que asistieron tienen el carácter de líderes y tendrán el compromiso de ser fermentos misioneros en sus grupos y en la parroquia en general. Ellos manifestaron con gran entusiasmo que esta experiencia ha venido a fortalecer el compromiso con la Iglesia, un crecimiento de la fe, una nueva dimensión del liderazgo, como también ha llevado la comunión a otra dimensión. Por otra parte se han encontrado con el Cristo de la cruz, del servicio, de aquel que se hace servidor de los demás. Esa es la experiencia la llevan a sus comunidades.
Para el equipo diocesano de estas escuelas que es impulsado por las Obras Misionales Pontificias (OMP), ha sido una de las mejoras experiencias en los últimos años, ya que el grupo de participantes demostró una gran madurez y crecimiento espiritual para vivir y crecer en esta experiencia de ser fermento misionero entre los jóvenes.
Julio Estrada, Coordinador Diocesano de la Juventud sin Fronteras de Olancho, comentó: “Esta es una experiencia maravillosa en la cual se ha sembrado la semilla, esta se ha puesto en las manos de Dios para que dé frutos y de Olancho salgan grandes misioneros para el mundo entero”
En la Misa comunitaria, ante cientos de fieles de la parroquia, estos jóvenes recibieron su envió misionero como signo de su compromiso de seguir creciendo y colocar sus dones a la disposición de la Pastoral Juvenil.
El padre Fernando Velásquez, párroco de Patuca y Director Diocesano de las OMP, agradeció y felicitó a todos los que colaboraron y facilitaron esta Escuela que ha tenido grandes éxitos para la Iglesia joven en Patuca.