Semanario FIDES

EL DECANO DE LA PRENSA NACIONAL

Romero, Obispo de los Pobres

Vista panorámica del templete donde se realizará la Beatificación de Monseñor Romero.

Vista panorámica del templete donde se realizará la Beatificación de Monseñor Romero.

En un país, inmerso en una ola de violencia, los pobladores de San Salvador piden la paz, como primer fruto de la Beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien se caracterizó  por ser el Obispo de los Pobres.
Texto y FotosEddy Romero
emromero@unicah.edu
Enviado Especial
La Beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero es motivo de fiesta y regocijo para el pueblo salvadoreño que desde hace días contemplaque sus calles están llenas de pancartas en diversos idiomas, dándoles la bienvenida a los peregrinos que viven este magno evento que enorgullece a este pueblo centroamericano.Los trabajos en La Plaza El Salvador del Mundo están en su última etapa, para vivir la beatificación del primer salvadoreño en la historia que sube a los altares. Esta plaza está compuesta por una imagen en lo alto de Jesús, con tres árboles que adornan este espacio público y que en el frente sobresale la figura del Obispo mártir por amor.
Frente a ella, pasa a diario el transporte público “SITRAMS” que está en funcionamiento desde hace dos  meses aproximadamente,  y que viene a ser el homónimo del “Trans 450” que se quiso implementar en Honduras y que todavía no logra entrar en funcionamiento.
Cercana a la parroquia San José de la Montaña y al Seminario del mismo nombre, esta plaza espera albergar más de 260 mil personas, que participan en el acto litúrgico.  El tráfico diario es constante y es una vía que conecta con muchos lugares en la ciudad.
Una ciudad llena de contrastes, con algunos círculos de pobreza, así como inmensos centros  comerciales. Muchas paredes manchadas con algunos distintivos  de maras y pandillas que tienen atemorizada a la población. También se observan en diversos lugares, imágenes del Beato, con mensajes dichos en sus homilías y discursos.

FRUTOS DE LA BEATIFICACIÓN
Carlos Cálix junto a su hijo del mismo nombre y un amigo de ellos, descansaban en las bancas frente a la fachada o templete que está instalado en la Plaza El Salvador del Mundo. Con la constitución en la mano, tenían una tertulia sobrela situación actual del país.
Con un espíritu crítico, Cálix espera que los frutos de esta beatificación  lleguen principalmente a las personas sencillas y campesinas, con las que Monseñor Romero tuvo gran cercanía y no se vea como un acto político y económico. Hizo un llamado de atención sobre el excesivo gasto de dinero que se utilizó,  según su criterio,  en el montaje del escenario.
Junto a su hijo, comparten el pensamiento que Romero, es signo de esperanza para el pueblo salvadoreño que está sufriendo en estos días una ola de violencia en todo el país. Según noticieros locales, el promedio de muertes diarias en estas últimas semanas es arriba de 20 personas, un dato alarmante que tiene en zozobra a la población.
“Monseñor Romero tenía amor a su pueblo y por esto fue asesinado, queremos que se haga una investigación sobre su muerte, queremos que se haga justicia.Él fue y sigue siendo un enviado divino que ve a su pueblo, no porque tiene dinero, sino porque sufre y se pone a la par de ellos” dijo Carlos Cálix hijo.

PRIVILEGIO
Cerca de la Plaza, se encuentra el Seminario Diocesano San José de la Montaña, lugar donde el Obispo vivió algún tiempo y que se le recuerda por los trabajos que realizaba hasta altas horas de la noche, con su pequeña máquina de escribir.
En este recinto, encontramos al diácono Emilio Santos de la Diócesis de Santa Ana, El Salvador, quien fue designado para acompañar en el servicio al Cardenal Ángello Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, quien preside esta Beatificación.
Con apenas 26 años, aún con olor a “Santo Crisma”  Santos “llevo apenas dos meses que me he ordenado y no me he imaginado que me tocaría estar a la par del Cardenal, es una enorme gracia, porque cuando me dijeron, supe que tenía que prepararme porque la celebración es muy pontificia”. Ellos al igual que el clero se están preparando con la lectura día a día de la vida de Monseñor Romero,  así como la biografía y la novena.
Los diáconos serán los encargados, por mandato del Arzobispo de San Salvador, de llevar la urna que contendrá las reliquias de Monseñor Romero. “El primer acto público de culto que se le va a dar al nuevo Beato y la procesión con las reliquias, que será la camisa ensangrentada de Monseñor Romero” detalló Santos.
La Urna pesa aproximadamente pesa 400 libras, las llevarán dos diáconos de Santa Ana, dos diáconos de la Arquidiócesis de San Salvador y dos diáconos que pertenecen al Camino Neocatecumenal y que también están incardinados en la Arquidiócesis anfitriona.

ORNAMENTOS
A cada sacerdote que participa en la Beatificación “se le dará un morral que contendrá una barra integral, para que pueda comer algo y no se vaya afectar por la cantidad de sol”, una estola color rojo, un copón con la imagen del nuevo Beato, con la leyenda respectiva y el lema episcopal “Sentir con la Iglesia”, así como el Corporal que tendrá la misma leyenda y un Misal de la celebración.
Para los diáconos será igual y los obispos llevarán una Casulla con una heráldica que era la que Monseñor Romero utilizaba. En la parte de atrás llevará los signos del Martirio. Para la comunión se utilizarán unas sombrillas color amarillo, que  tendrán el rostro de Monseñor Romero.

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Esta entrada fue publicada el 1 junio 2015 por en Actualidad.
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