Durante todas las eucaristías celebradas en su velatorio los sacerdotes resaltaron la gran labor y entrega pastoral que Danilo realizó por su Iglesia.
Lilian Flores
liflores@unicah.edu
Fotos/ Equipo Fides
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El llanto, la tristeza y el dolor se mezclaron al darle el último adiós,a una persona que con su sonrisa y su entrega se robó el cariño y admiración de mucha gente que por años escucharon su voz a través de la 910 AM, Radio Católica La Voz de Suyapa. Las muestras de condolencia y solidaridad para la familia de nuestro compañero y amigo Danilo Aceituno fueron reflejadas durante su velatorio y sepelio, hasta donde llegaron miles de personas de diferentes ámbitos sociales, especialmente el pueblo pueblo, con quien él se identificó durante su trayectoria como comunicador social.
HIZO TANTO BIEN A LA IGLESIA
Antes de llevar el cuerpo de Danilo a su última morada Monseñor Rómulo Emiliani, Obispo Auxiliar de la Diócesis de San Pedro Sula, Monseñor Darwin Andino Obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, y Monseñor Guido Charboneau, Obispo de la Diócesis de Choluteca, junto a una parte del clero celebraron una Eucaristía por el eterno descanso de Danilo. Durante todas las eucaristías celebradas en su velatorio los sacerdotes resaltaron la gran labor y entrega pastoral que Danilo realizó por su Iglesia. Sin duda alguna ha dejado un gran vacío en los corazones de sus radioescuchas, así como en sus familiares y amigos.
AUTENTICO PROFETA
Monseñor Rómulo en la homilía recordó a Danilo con mucho cariño y nostalgia, destacando el apostolado que durante su vida hizo no sólo a nivel religioso, sino también como ser humano. “Como Iglesia seguiremos adelante, el golpe es duro, el vacío es muy grande. Danilo era como un volcán en erupción, de su corazón salían llamas de fuego, era un auténtico profeta laico, consciente de su misión histórica. Representaba el sueño que tenemos los laicos de nuestra Iglesia,el de asumir su responsabilidad histórica y que cada uno en su ubicación sea profeta del reino”.
Para Monseñor Rómulo, Danilo representa el corazón geniudo del pueblo hondureño, de corazón bien moldeado, bien tratado, ahí vemos el fruto un hombre consagrado al Señor, esposo fiel, valiente, decidido, campechano, “aquí hubiera estado hoy con su micrófono cubriendo la Eucaristía y al final haciéndonos preguntas inteligentes como siempre lo hacía”.
SUFRIA CON EL PUEBLO
Aceituno debe de ser ejemplo para los comunicadores católicos, sufría lo que sufre el pueblo, no hay evangelización si el misionero no sufre lo que sufre el pueblo. Por eso el ejercía lo que se llama el ministerio de la consolación, utilizando sus frases “animo ten fe”, “animo adelante”. Él era consciente de que estaba predicando en Honduras, un país calvario de cruces, la cruz de la violencia irracional absurda, diabólica. Esto se une a la pobreza extrema, a la migración forzosa, al drama de la familia, sin embargo no bajó la guardia. “Danilo salió de todo esto, ya él vive y reina con Cristo Salvador. Esta fe, en la resurrección de los muertos, nos mueve a seguir trabajando por Honduras, por ese pueblo que sufre, que llora y que clama, donde hay tantas viudas, huérfanos y mamás que todos los días sufren la pérdida de un hijo asesinado”.
Al finalizar la Eucaristía se trasladó el féretro de Danilo, acompañado por una gran multitud de gente que quiso darle el último adiós.