Jóvenes de diversas parroquias de la Diócesis de San Pedro Sula acudieron al Congreso Juvenil Vocacional, realizado en el Instituto San Vicente de Paúl en la capital industrial de Honduras.
Texto y fotos Johanna Kattán
jokattan@unicah.edu
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Convertirse en Delegado de la Palabra es una de las aspiraciones de Walter Rivera, de 15 años de edad, proveniente de la parroquia Nuestra Señora de Suyapa. Con la formación que va recibiendo a través de la pastoral vocación, este muchacho ha ido conociendo diversos caminos de vida donde puede servir y crecer sanamente. Así como Walter son muchos los que están recibiendo un acompañamiento vocacional.Belinda de Espinoza, miembro de la Comisión Pastoral de la Diócesis de San Pedro Sula, explicó que se realizó el Congreso Juvenil Vocacional, “un encuentro para que los jóvenes vean la realidad social en que se vive, y saber que en el caminar de nuestras vidas se sufre un poco. Es para que tomen conciencia de que Honduras y el mundo pasa por situación difícil, y especialmente los que somos llamados a servir, debemos hacerlo desde nuestras persona, actuar desde nuestra formación”.
Decenas de muchachas y muchachos vistieron en el congreso la camiseta con el lema: Sin miedo a servir. “El objetivo de esteCongreso Juvenil Vocacional es ir formando a los jóvenes en esta cultura vocacional”, expresó el sacerdote responsable de la pastoral vocacional de la Diócesis de San Pedro Sula, Noé Alvarenga Rivera.
En esta formación se intenta promover en los jóvenes el conocer todos los estilos de vida que pueden optar, desde ser sacerdote, religiosa, misionero, matrimonio, o un laico comprometido como catequista, delegado de la palabra y otros.“Han venido jóvenes de las 23 parroquias de la diócesis, unos diez de cada una”, dijo el padre Alvarenga. También comentó que en la diócesis que está formada por 33 parroquias, hay 22 parroquias que ya cuentan con una pastoral vocacional.
Una misión que tiene la pastoral vocacional es dar un correcto seguimiento a quienes expresan o tienen inquietudes vocacionales. “El reto es acompañarlosa estos jóvenes, pues un evento se arma y se hace rápido, pero acompañarlos todos los días no solo en su vocación de sacerdote, también laicos”.
Gracias al trabajo de la Pastoral Vocacional en Honduras son más los jóvenes que logran descubrir y desarrollar su vocación de vida. “Los frutos del trabajo en la Pastoral Vocacional se pueden notar en primer lugar en el seminario mayor, donde ya no caben más seminaristas, hasta ha tocado abrir otro espacio en el centro de retiro Las Tres Rosas. Actualmente hay unos170 jóvenes en el Seminario Mayor”, padre Noé Alvarenga.
RETO
Ante la crisis que se está viviendo en los matrimonios, el padre Noé Alvarenga considera que se debe trabajar más en este estilo de vida. “Hay datos bien dolorosos. Hay reto serio en las familias. Hay muchos divorcios cada año, se debe trabajar en la vocación del matrimonio. Aunque hay muchas personas trabajando en favor, como la Pastoral familiar, Movimiento Familiar Cristiano, Encuentros Matrimoniales, entre otros, pero se necesita más apoyo”.
El padre mencionó que las separaciones de parejas están dejando un mal ejemplo en las nuevas generación, una cultura sin vocación, muchos casándose si saber si es su vocación, o el momento. “Esa cultura de adultos se la vamos dando a los jóvenes, con mucha frustración”.
“En la diócesis el plan pastoral nos dice que hay que trabajar en la familia, también nos indica que el bautismo es la fuente de todas las vocaciones, entonces ahí nos da pie para hablar no solo del sacerdocio o de la vida consagrada, sino que cuando uno habla de bautizo habla de una vocación cristiana en la que hay varios estilos de vida”, agregó.