Fue párroco de la Sagrada Familia por dos períodos. También ejerció su ministerio sacerdotal en Comayagua en la parroquia La Merced de esa antañona ciudad y su viaje sin retorno lo emprendió luego de asistir al capítulo de su orden celebrado recientemente en su natal México.Texto y fotos Lilian Flores
liflores@unicah.edu
Síguenos en http://www.fidesdiariodigital.com
El padre Juan Ramón Barrera Herrera, más conocido como el padre Juanito, viajó a la Casa del Padre en la ciudad de México, al paralizarse su corazón generoso, mientras espera un vuelo que lo traería de regreso a su querida Honduras, donde prestaba su servicio como párroco de la Sagrada Familia, ubicada en la zona norte de la ciudad de Comayagüela.
La muerte los sorprendió en el Aeropuerto Internacional del Distrito Federal, capital de México, precisamente el día que se conmemoraba a la Virgen de Fátima. Como buen mercedario, el padre Juanito era devoto de la Madre de Jesús.El presbítero nació el 23 de julio de 1940, en Toluca Estado de México y a los 19 años fue ordenado fraile de la Orden de Nuestra Señora de La Merced el 4 de febrero de 1959. Desde el 1de Septiembre de 1965 inició su ministerio sacerdotal, el cual ejerció por 49 años.
Fue párroco de la Sagrada Familia por dos períodos. También ejerció su ministerio sacerdotal en Comayagua en la parroquia La Merced de esa antañona ciudad y su viaje sin retorno lo emprendió luego de asistir al Capítulo de su orden celebrado recientemente en su natal México
Al momento de su fallecimiento era superior de la comunidad de la Sagrada Familia en Comayagüela.
El testimonio de entrega generosa y alegre de fray Juan Ramón Barrera Herrera quedará presente entre nosotros, a quienes estuvo unido por la profesión religiosa y entre los fieles que fueron acompañados por él en las distintas comunidades donde sirvió.
Creció junto a sus hermanos conforme a la formación que su madre les brindó. Ella era muy piadosa y los educaba en la fe, mientras que su padre no fue muy religioso.
Nacimiento de su vocación
Recordamos al padre Juanito en las procesiones de su parroquia y del Decanato Comayagüela Norte, siempre con su bastón en la mano, jovial y dispuesto a darle su apoyo a quien se lo solicitaba y en sus propias palabras habló de su vocación y dijo de sí mismo:
“Fue algo bien curioso, es ese tiempo no había televisión y narraban la vida de los santos por la radio, en el momento que escuchaba la radio narraban la vida de San Juan María Vianney, su madre y su abuela estaban en la sala y él en un cuarto aparte, en ese momento sólo escuchaba los términos de cura, párroco, se levantó y le dijo a su mamá: quiero ser un cura párroco”. Al consignar su partida a la Casa del Padre, Fides patentiza sus muestras de condolencias a los feligreses de la Sagrada Familia, a la orden mercedaria y a los familiares del padre Juanito Barrera.
Nuestra esperanza es la resurrección y recordando las palabras de Jesús les manifestamos: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque este muerto vivirá”.
siempre lo recordare