Cantos, danzas, cohetes y bocadillos fueron parte de la celebración. Los feligreses prepararon cada detalle con mucho amor para hacer de esta una verdadera fiesta.Texto y fotos Lilian Flores
liflores@unicah.edu
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Gran fiesta se vivió en el barrio El Manchén y sus alrededores, al conmemorar el día de la Cruz. Por tres días consecutivos se realizaron diferentes actividades en torno a esta celebración.El sonido de cohetes, personas cargando sus cruces decoradas, porras y vivas a la Santa Cruz fueron algunos de los signos que se pudieron observar durante la solemnidad. La Iglesia Santa Cruz que pertenece a la parroquia Cristo Rey, recibió a muchos feligreses de los sectores aledaños, quienes durante la festividad participaron y compartieron el Banquete del Señor como una verdadera familia.
CELEBRACIÓN
Debido al alto índice de violencia que se está viviendo en nuestro país, los feligreses hicieron un compromiso durante la festividad. Este consistió en rezar el Rosario por las calles desde que salían de sus casas hasta llegar al Templo, pidiendo por la paz, ya que esta es una necesidad latente en todos los seres humanos yante tanta violencia no queda otra alternativa que aclamar la misericordia de Dios para este pueblo.
Otra de las actividades fue consagrar a los pies de la Virgen de Suyapa las comunidades organizadas de este sector, para ello se preparó un altar dedicado a la Morenita en donde cada comunidad presentó un canto y le llevó flores. Este gestó sirvió para conmemorarel mes de la madre.
MENSAJE
Es importante reconocer que el fruto más grande que hemos tenido de la Cruz, es la salvación. Así como de un árbol vino la muerte, también de un árbol se obtuvo la vida eterna, en donde Jesús entregó su vida para la redención del mundo entero.
Ante esta solemnidad el párroco Rigoberto Velásquez invitó a los feligreses, para que al contemplar la cruz de Cristo, puedan aceptar las cruces de cada día, sin arrástrala, “si llevamos a Cristo en nuestras cruces de la vida cotidiana, tendremos fuerzas para poder luchar contra el pecado y contra el mal, que nos permite ser fieles al amor y a la voluntad de Dios”.