Al Departamento de Comunión Eclesial y Diálogo del CELAM le correspondió la misión de coordinar el primer Encuentro de Obispos Eméritos de América Latina y el Caribe, el cual tuvo lugar en Bogotá (Colombia), recientemente. Su secretario ejecutivo, el padre José Gregorio Melo Sánchez, nos cuenta sobre el impacto y las prospectivas que se derivan de este primer encuentro.Recopilación Óscar Elizalde Prada
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¿Por qué el CELAM tomó la iniciativa de hacer el primer encuentro sobre el “ser y quehacer del Obispo Emérito”?
Una de las funciones del CELAM es el trabajo con las Conferencias Episcopales. En esta oportunidad, inspirado por la acción del Espíritu Santo y por las enseñanzas y directrices del Papa Francisco, ha visto a bien coordinar este encuentro para los Obispos Eméritos. Ellos han trabajado a lo largo de su vida en la dirección y conducción de la Iglesia, y varios incluso han prestado su servicio en el CELAM. Por eso y considerando que ellos no dejan de ser pastores, el CELAM ha abierto un espacio de encuentro y de reflexión sobre su ser y quehacer.
¿Cuáles han sido los impactos de este primer encuentro de Obispos Eméritos?
Resumo los impactos del Encuentro desde tres puntos de vista. Un primer impacto se ha dado en la formación personal permanente, porque los obispos eméritos también reconocen la necesidad de seguir formándose como personas y como pastores. La propuesta de formación para ellos es, por supuesto, muy especializada y adaptada a su nueva condición, aclarando que no son obispos en retiro, su lugar en la Iglesia es muy importante.
Un segundo impacto se percibe desde el punto de vista humano. Esta nueva situación del obispo emérito requiere el apoyo de algunos especialistas y de nuevos instrumentos adecuados para su etapa de vida, como es el caso de los aportes que ofrecen la psicología del adulto mayor y la medicina geriátrica.
Un tercer impacto es en lo espiritual, que les permite redimensionar su vida de creyente, a partir de la experiencia vital que representa ser un obispo emérito.También es importante agregar que la alegría y la gratitud han sido las notas más sobresalientes de este encuentro, vivido en un ambiente de fraternidad y comunión.
¿Cuál es la postura del CELAM sobre la tercera edad?
La tercera edad es una bendición de Dios, es una etapa que hay que vivir intensamente, teniendo en cuenta que no se trata de personas que se están despidiendo, sino que están caminando y puede ofrecer mucho a la Iglesia desde su sabiduría, desde su experiencia de vida, desde su consejo. En el caso de los obispos eméritos también es así, envejecer es una bendición y su presencia es de gran riqueza en la Iglesia latinoamericana y caribeña.
Finalmente, ¿qué proyección tendrá este Encuentro en el CELAM?
Son muchas y muy variadas que podría agrupar en dos fundamentales. La primera se refiere al deseo de los obispos que gozan del emeritato de ofrecer su colaboración a sus Conferencias Episcopales para seguir trabajando a favor de la Nueva Evangelización. En este sentido vale la pena subrayar que son personas con una vasta experiencia sacerdotal y episcopal que la Iglesia necesita hoy. Ellos están disponibles a seguir trabajando en sus Conferencias Episcopales.
La segunda proyección tiene que ver con la organización del emeritato a nivel latinoamericano. Ya hay algunas experiencias en varios países, y este grupo desea seguir organizándose como una especie de consejo o comisión de obispos eméritos, dispuestos a apoyar la acción pastoral de la Iglesia en el Continente. Con toda seguridad, el CELAM seguirá dando pasos en este sentido.