La Catedral Metropolitana, la Parroquia Inmaculada Concepción y la Iglesia el Calvario honran con una solemne procesión al Señor de la Humildad.Texto y foto Delfina Janeth Lagos
dlagos@unicah.edu
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Niños, jóvenes y adultos todos unidos en las diferentes calles de Comayagüela y Tegucigalpa, todo para ser testigos de la procesión del Señor de la Humildad, la cual trajo un ejemplo de enseñanza y sencillez, a ejemplo Señor Jesús.
Antes que el sol se ocultara inició la peregrinación del Señor de la Humildad el de la Iglesia San Miguel Arcángel, los más de 60 miembros de la Asociación de Nazarenos entre hombre y mujeres,custodiaron al Señor llevando su imagen por las calles de la capital,el objetivo fue reflexionar cuales fueron los actos de sumisión tanto de Jesús como de la Virgen María, que miró sufrir a sus hijo. El recorrido estuvo lleno de frases de meditación ser parte del padre Carlo Rubio, vicario de la Catedral Metropolitana.
De igual manera en la Iglesia Inmaculada Concepción de Comayagüela el transitar del Señor estuvo a cargo de la Sociedad del Dulce Nombre de Jesús, que adornaron el anda con bellas rosas y los dos ángeles que custodian al Señor. “Tengo más de 40 años de cargar las imágenes del Señor de la Humildad y la Verónica, ellos son mi todo. Me han enseñado esa obedienciaque debemos imitar” dijo Adina López
ORAR
Aseguir el recorrido por las calles, llegamos a la parroquia El Calvario de Comayagüela y se pudo observar que este año no sólo se quedaron con la procesión, si no que hubo un acto de “velatorio” el cual el signo fue orar frente al Señor de la Humildad y la Virgen.
“Debemos de tratar de imitar un poquito de esa humildad del Señor, ya que él debe ser el centro de nuestra vida. Con este signo de orar y arrepentirse es saber que somos tan frágiles y estar de rodillas significa que somos nada sin Dios” expresó el padre Ricardo Sevilla párroco de El Calvario.
En los tres templos prevaleció la sencillez de caminar por calles oscuras junto a Jesús y tratar de aprender esa humildad recordando las palabras de Señor, “el que se humilla será enaltecido, y el que se enaltece será humillado”.