Bessy Loren Vallejo
Equipo de Comunicaciones
OMP-A.
Jóvenes de Ad-Gentes se han estado preparando en este tiempo cuaresmal con temas sobre Misión, Interculturalidad, Funciones, Características y Perfil de un Misionero, para poder insertarse con un servicio tanto pastoral como social, en comunidades y centros de atención a la niñez de Francisco Morazán.Las Obras Misionales Pontificias Arquidiocesanas (OMP-A) se preparan con formación y espíritu misionero para vivir con alegría esta Semana Santa 2015, como es el caso delos equipos de Ad-Gentes y Juventud Sin Fronteras (JSF) que irán a encontrarse con el pueblo de diferentes municipios dentro y fuera de la Diócesis.
Jóvenes de Ad-Gentes se han estado preparando en este tiempo cuaresmal con temas sobre Misión, Interculturalidad, Funciones, Características y Perfil de un Misionero, para poder insertarse con un servicio tanto pastoral como social, en comunidades y centros de atención a la niñez de Francisco Morazán especialmente, mientras que otros lo harán en diferentes diócesis del país e incluso de El Salvador y Nicaragua.
El envío de 23 jóvenes de la Arquidiócesis, junto a otros 10 de otras diócesis, será el 21 y 22 de este mes de marzo. Por su lado, las muchachas y muchachos de JSF, también saldrán más allá de sus fronteras, a municipios de Santa Bárbara, de la diócesis de Santa Rosa de Copán. Todos están listos con sus “mochilas misioneras” a las espaldas.
¿Cómo vivir la Semana Santa?
Desde una mirada misionera, Semana Santa es ir al encuentro del prójimo para vivir a plenitud la Pascua, la fiesta de las fiestas. Sin embargo, da tristeza ver cómo los medios de comunicación, los centros comerciales, los supermercados y las mismas autoridades públicas presentan esta época como “Vacaciones de Verano” o un “Loco Verano Catracho” como reza el título de una película. La publicidad y el consumo seducen hasta tal punto que,estos días, hay familias que empeñan sus artículos o se endeudan para poder irse a la playa, sin pensar en el mañana.
La transmisión de la fe de una generación a otra se va perdiendo y allí está la Misión también de los padres de familia. Décadas atrás, las madres y las abuelas inculcaban con más insistencia el respeto a Dios y a lo sagrado, especialmente en la época de Semana Santa. Por tradición no se comía carne los viernes durante la cuaresma, se vestía de negro o morado ese día, no debíamos decir palabras groseras ya que era época de luto y menos escuchar música. Son tradiciones que los jóvenes de hoy dirían “ya eso pasó de moda”, pero que le daban sentido al memorial de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
A diferencia de las vacaciones de verano, vivir la Pascua desde la Misión no cuesta dinero. Es estar en gracia con Dios, disfrutar y participar de las actividades que realiza nuestra Iglesia. Dios nos ama tanto que cada día nos espera con los brazos abiertos, es un padre de bondad y misericordia, nunca es tarde, ¡despertemos! Dios nos ama y aunque siempre le fallemos, aun así nos sigue amando.
Vivamos esta Semana Santa en gracia con Dios, la playa no se irá, hay tiempo para todo y es voluntad del Señor que sirvamos a los más necesitados, que son el rostro de Jesús. Con Cristo misionero, ¡vamos al mundo entero!