Dinamizar la evangelización de los jóvenes en las Iglesias es uno de los retos de la pastoral juvenil. Fotos y texto: Johanna Kattán
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El Asesor Diocesano de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de San Pedro Sula, Luis Alfonso Amador Ríos, se encuentra en Colombia estudiando para vigorizar sus capacidades en la Pastoral Juvenil y así lograr reforzar su misión.
Luis Amador, sacerdote diocesano, hondureño, con año y medio de ordenado; hace ya casi un año Monseñor Ángel Garachana, le pidió que acompañara la Pastoral Juvenil Diocesana. “Actualmente, me encuentro en la ciudad de Bogotá, Colombia cursando unos estudios en calidad de diplomado en el área de la Pastoral Juvenil”.
Dijo que extraña el clima de esta tierra. “Como todo costeño, extrañando las altas temperaturas de la Costa Norte de Honduras, pues Bogotá es una ciudad con más de 10,000,000 de habitantes y está ubicada a 2,600 metros sobre el nivel del mar, la temperatura es muy baja. Aquí se usa desde los guantes y la bufanda hasta el paraguas que diariamente hay que cargar, pues cuando menos lo piensas, la lluvia nos visita”, comenta.
El Diplomado lo ofrece el ITEPAL (Instituto de Teología Pastoral para América Latina), que es una dependencia del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) y tiene como objetivo: “Profundizar en la identidad, los fundamentos y los procesos de la Pastoral Juvenil para capacitar a los agentes en el diseño y acompañamiento de propuestas pastorales que dinamicen la evangelización de los jóvenes en las iglesias particulares”
El padre Luis comenzó el diplomado en febrero y termina el 27 de marzo. En esta capacitación hay participantes de varios países como ser de El Salvador, Panamá, Costa Rica, Chile, Uruguay, México, Ecuador, Perú; entre otros. “La riqueza de culturas es fantástica. Hay una sintonía a nivel de la pastoral, los retos, los problemas…La oración en comunidad, la celebración de la Eucaristía, las clases, los recreos; todo se convierte en una gran experiencia de aprendizaje, fraternidad y comunión. Cada país aporta lo suyo y nos enriquecemos todos”.
“Bendigo a Dios por esta oportunidad que me da y doy gracias a mi obispo, Monseñor Ángel Garachana Pérez, que tuvo a bien que yo recibiera este diplomado. Todo con el afán de aprender más, para servir mejor a mi querida Pastoral Juvenil de la Diócesis de San Pedro Sula, la cual tengo presente todos los días y por la cual oro con mucha fe y esperanza”, indicó el joven sacerdote.