Con estas palabras, Monseñor Rómulo Emiliani, interpela a la población hondureña, para que no se viva la globalización de la indiferencia, que es un fruto del egoísmo.Texto y Fotos
Eddy Romero
emromero@unicah.edu
Para Monseñor Rómulo Emiliani, Obispo Auxiliar de San Pedro Sula, el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma “es admirable, un mensaje profundo, me impactó mucho lo de la globalización de la indiferencia, que tiene mucho que ver con ese pecado de egoísmo, que llevamos muchos de nosotros y que justamente es el que produce y provoca tanta injusticia social”.
“El Papa en ese mensaje nos pide que en Cuaresma busquemos esa reconciliación con el Señor, quedarse siempre con él y nos urge a pensar mucho más en todos aquellos que están golpeados por el hambre, la miseria, la exclusión. Una llamada a la conversión, una llamada profunda y tenemos que trabajar todos, cada uno en su propio interior, para ir buscando la conversión y así ayudar a que este mundo cambie”.
FORTALEZCAN LOS CORAZONES
El Papa Francisco titula su mensaje citando al Apóstol Santiago “fortalezcan sus corazones (Santiago 5,8)”, para Monseñor Emiliani la manera de interpretar lo que el Papa dice es “primero, sintiendo compasión, vibrando en lo más profundo del alma ante el dolor de tanta gente que experimenta la violencia, tanta viuda, tanto huérfano, tanta gente asesinada, compasión por esa tragedia”. “En segundo lugar, ser promotores de la paz, buscando la manera que primero, cada uno viviendo una paz profunda en su alma, promueva que la sociedad nos reconciliemos y nos sintamos como parte de un todo. Es decir, podemos trabajar por la paz siendo primero personas pacíficas y así entonces poder transmitir esa vivencia interior del amor y la reconciliación a los demás”.
INDIFERENCIA EN LA IGLESIA
“Es triste cuando nosotros como miembros de la Iglesia, no actuamos como buen samaritano, sino actuamos como el sacerdote de la parábola o el Levita, si nosotros como cristianos, seamos laicos, clérigos o religiosos, no vibramos ante el dolor de esta tragedia nacional, no estamos dando la talla, no estamos siendo buenos discípulos de Cristo. Porque el discípulo de Cristo, sufre lo que sufren los demás para desde allí entonces, buscar como aliviar el dolor en los demás”. Para finalizar Monseñor Emiliani reflexiona algunas ideas fundamentales para vivir esta Cuaresma, “Tomar conciencia de nuestros pecados, buscar la manera de perfeccionarnos liberándonos de toda maldad y en tercer lugar siendo promotores de la conversión de otros predicando la palabra, primero con el ejemplo y luego con el verbo y haciendo que poco a poco en Honduras todos nos arrodillemos ante el Señor”.