El triángulo norte
El “Triángulo Norte” de Centroamérica, constituido por Guatemala, El Salvador y Honduras, es el área geográfica más problemática de la región. Son los tres países que están más afectados por la violencia criminal, el narcotráfico, la extorsión y la pobreza.
Los tres países son los únicos que albergan, en su seno,los grupos criminales de las maras o pandillas. O sea, que parte de la juventud, está asociada para delinquir, por medio de organizaciones bien estructuradas, y que cuentan con un efectivo sistema de reclutamiento, para garantizar su existencia durante los próximos años.
Y si a esto le sumamos la existencia del lastre de la corrupción pública y privada, que ha debilitado la institucionalidad de los estados, nos damos cuenta que los regímenes políticos vigentes, no tienen los recursos financieros para resolver las deficiencias de educación, salud, seguridad ciudadana e inversión pública, que permitan impulsar un crecimiento socio económico sostenible, que se traduzca en un mayor desarrollo humano.
En esas circunstancias tan difíciles, se han generado las condiciones de pobreza y exclusión, con cifras que abarcan más de las 3/5 partes de la población de cada uno de estos países. Severas carencias de vida, para sus ciudadanos, por lo cual, la emigración ha sido la salida que han encontrado quienes están desesperados por no tener oportunidades de estudio, salud, seguridad y empleo en su propio terruño.
Durante años, esta emigración ha sido permanente.En los últimos años, miles de oriundos del“Triángulo Norte” han cruzado las fronteras de México y Estados Unidos. Ha culminado así su “sueño americano”. Pero una vez allá, siempre existe el peligro de que las autoridades norteamericanas encuentren, a los migrantes en situación irregular, y los devuelvan a su país de origen, en condición de deportados. Pero la mayoría de los que retornan de esa manera,reintentan el viaje para entrar nuevamente en los Estados Unidos.
El culmen migratorio, se dio el año pasado. Miles de menores de edad, sin acompañantes adultos, llegaron a las fronteras de los Estados Unidos, buscando ingresar, pero fueron detenidos. Algunos viajaban para reunirse con sus padres o familiares residentes allá; otros huyendo del acoso para reclutamiento por las pandillas; otros agobiados por la pobreza.
La multitud de niños y jóvenes que llegaron a sus fronteras, creo un problema humanitario para las autoridades norteamericanas, y fue un aldabonazo para las autoridades de los países del “Triángulo Norte”. Fue tan grande el impacto que los gobernantes de los países involucrados se reunieron, con ánimo de resolver, el tan sensible y delicado asunto, de los infantes y jóvenes migrantes.
Y quedó establecido que la migración multitudinaria, es un problema en el que existe responsabilidad compartida entre los gobiernos de Estados Unidos y del “Triángulo Norte”. Honduras, El Salvador y Guatemala tienen que enfrentar los carteles internacionales del narcotráfico, cuyo único propósito es llevar la droga a los consumidores en el mercado norteamericano. Enfrentamiento que deja una estela de muerte y dolor.
Surge así el plan denominado “Alianza para la Prosperidad” para cuyo financiamiento el Presidente Obama ha solicitado al Congreso y al Senado un Presupuesto de 1000 millones (1 billón) de dólares para los tres países, y el Vicepresidente Biden ha venido a Guatemala para reunirse con los mandatarios del “Triángulo Norte”,y discutir los proyectos que entraña dicho plan.También estuvo en esas reuniones el presidente del Banco interamericano de Desarrollo, BID.
El plan tiene como objetivos estratégicos: desarrollo del capital humano; fortalecer la seguridad ciudadana; dinamizar el sector productivo; el acceso a la justicia y elevar la calidad institucional. Es un plan que ha sido compartido con la comunidad empresarial y la sociedad civil de cada uno de estos países.
Es una buena oportunidad para volver a impulsar la integración de Centroamérica. Y será necesario que los fondos sean manejados con transparencia y los proyectos sean ejecutados con eficiencia, para aprovechar con creces esta oportunidad. Todos los hondureños deben comprometersea mantenerse informados y colaborar, si fuere el caso, con la realización de este plan; el cualcontribuirá a mejorar el desarrollo humano.
Que la Palabra del Señor nos guíe: “No se puede colocar el vino nuevo en recipientes viejos….para el vino nuevo, recipientes nuevos”.