Como preparación para la fiesta del Seráfico Padre San Francisco de Asís, se celebró en la Catedral un triduo en honor del santo Fundador de las tres Ordenes; Frailes Menores, las Hermanas Clarisas y de la Orden Seglar Franciscana. El Triduo se realizó el 1, 2, y 3 de Octubre.
Durante estos días se resaltó como San Francisco colaboró con la gracia de Dios, quien quiso que fuera un instrumento importante para la restauración de la Madre Iglesia en momento difíciles para la misma, según el mandato de Jesús en la Capilla de San Damián: ”Anda Francisco y repara mi Iglesia que como ves se está derrumbando”. Se recordó que Francisco fue un hombre muy amante de Jesús y que como dice San Pablo “Para mí la vida es Cristo. Todo lo considero por basura con tal de ganar a Cristo”.
Además fue un hombre con un gran sentido eclesial. En vez de imitar a los herejes Albigenses y a los Cátaros que viendo la situación en que se encontraba la Iglesia, salieron de ella, la criticaron y la combatieron. San Francisco, como un hijo fiel de la Iglesia y muy respetuoso con la jerarquía, logró con la gracia de Dios renovar a la Iglesia desde dentro, viviendo con amor en la más estricta observancia del Evangelio y practicando los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia.
El día tres de octubre, a las cinco de la tarde se celebró el Tránsito de San Francisco. El Tránsito es una costumbre franciscana donde se recuerda a través de una celebración muy particular, los últimos momentos en la vida de San Francisco antes de llegar a la gloria.
El día 4 de Octubre, día de la fiesta del Santo, se celebró una Misa solemne en su honor por Monseñor Roberto Camilleri, OFM y cantada por las hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción que fueron fundadas por Monseñor Bernardino Mazzarella, OFM, primer obispo de Comayagua, en 1973 y que hasta hoy tienen al obispo de Comayagua como su obispo protector.
Durante la Misa se recalcó el gran amor de Francisco a Dios con su famosa frase “Mi Dios y mi Todo”. También su visión de Dios en todas las criaturas y su amor a ellas en el “Cántico de las Criaturas” que él compuso.
También como san Francisco llegó a ser un “alter Cristus”, un imitador de Cristo en su obediencia a la voluntad del Padre, realizada con amor. San Francisco también fue el hombre que inició nuestra costumbre de los belenes de Navidad cuando en 1223, en la aldea de Greccio creó el primer pesebre viviente en un gruta y en el transcurso de una Misa donde, siendo diácono predicó acerca del amor de Jesús, nacido en Belén.
También fue digno de mención el hecho que Francisco fue el primer hombre que recibió las llagas de Jesús en sus manos, pies y costado el 14 de Septiembre de 1224 en la montaña Alvernia.
Por la tarde, se hizo la bendición de las mascotas y plantas en el atrio de la Catedral. Varias personas llegaron con sus perros, gatos, loros, tortugas, conejos y también con macetas con plantas y flores. Todo fue un final bonito de esta fiesta franciscana y ecológica, siendo San Francisco el santo patrono de la ecología.