Semanario FIDES

EL DECANO DE LA PRENSA NACIONAL

Editorial 24 Febrero 2013

¿Y la reducción de la pobreza?

Como resultado de un esfuerzo unificado de la Sociedad hondureña haciendo uso de la iniciativa HIPIC (para favorecer a Países Pobres Altamente Endeudados) y el liderazgo del Cardenal Óscar Rodríguez quien se entrevistó con altos ejecutivos de gobiernos y de instituciones de crédito multilaterales, se logró la condonación de la deuda externa.
La idea sobre  la cual se funcionaría la Estrategia de Reducción de la Pobreza, consistía en crear un fondo con los recursos que se debieran haber destinado al servicio de la deuda condonada, e invertirlos para la financiación de proyectos de desarrollo.
Sin embargo, el gobierno de turno utilizó los fondos para el financiamiento del gasto corriente. Debido a ello, en 2010 se produjo el primer déficit fiscal de 4.8% del PIB. Y se ha ido creciendo hasta el 6% del PIB en el año 2012. A lo cual hay que adicionar una deuda interna de 54.330 Millones de Lempiras en 2012.
Todo este desastre financiero es el resultado de utilizar el gasto corriente cual si fuera un elemento tan elástico que puede soportar, ad-infinitum, personal supernumerario en las Instituciones del Estado, compras de emergencia a precios revalorizados, viajes y viáticos sin causa justificada y falta de supervisión gerencial en los proyectos, etc.
En realidad no ha existido una política de gasto corriente orientada a financiar programas de beneficio para las mayorías empobrecidas, en aspectos que les resultan ser tan esenciales tales como: seguridad ciudadana (de hecho se ha constatado que existen barrios pobres que están siendo controlados por las maras);Salud (escasez de medicinas en los hospitales y centros del Estado); Educación(es alarmante el déficit que existe en Infraestructura) etc.
Mientras tanto, no exista inversión estatal y privada (nacional y extranjera) en proyectos de desarrollo, seguirá aumentando la pobreza. En el caso de la electrificación del Patuca, en donde el aporte gubernamental ha constituido continuos dolores de cabeza, por no haber existido capacidad económica para cumplir los compromisos de indemnizar a quienes aportaron tierras para la Represa, según se había convenido.
El Bono 10,000 por ser un instrumento focalizado, y por haber contado con financiamiento continuo, ha sido un instrumento que ha ayudado mucho  a mitigar las carencias de amplios sectores de la población. Pero no es suficiente. Los subsidios sólo son componentes de auxilio para situaciones graves y pasajeras, pero que lo verdaderamente se necesita son soluciones permanentes de proyectos de desarrollo que sean capaces de transformar las inhumanas condiciones en que viven los más  pobres. Tanto del campo como de la ciudad.
De manera que la reducción de la pobreza para todos los hondureños es el asunto de mayor importancia. Pues no existen posibilidades que los hondureños puedan progresar con tasas del 3% de crecimiento económico. Tampoco se podrá superar situaciones como la del departamento de Valle donde el 53.1% de las familias subsisten en condiciones de Inseguridad Alimentaria y que el 37.72% de Familias carecen de todo tipo de bienes.
O estadísticas como las que encontramos en el Departamento de La Paz donde la tasa de desnutrición abarca al 67.4% de las familias concentradas en 6 municipios y una tasa de desnutrición de 66%de las familias de otro municipio. Y con un ingreso diario por persona de $ 0.18.
Ha sido Su Eminencia, el Cardenal Óscar Rodríguez, uno de los hombres más preocupados por la pobreza en Honduras. Él está convencido que las armas más letales para la humanidad, son la pobreza y la injusticia. Y recordemos que el Índice de Desarrollo Humano del hondureño, es uno de los más bajos de Latinoamérica
Y precisamente los hondureños debemos reconocer que si nos unimos, organizamos y luchamos contra la pobreza, las posibilidades de progreso son esperanzadoras. Nuestra principal responsabilidad  ciudadana, es esforzamos en mejorar las condiciones de millones de compatriotas que son víctimas de la exclusión y la desigualdad.
Que este año electoral no nos haga perder la correcta visión de que el gran objetivo para el País no es acaparar el poder político. El Amor por los pobres y la atención que se les brinde, es la verdadera dimensión política y social  que  debe afirmar y caracterizar a todo ciudadano íntegro.
Ello es el sentido de las Palabras del Señor Jesús: “Lo que hicieren a uno de estos mis hermanos más pequeños…. a  mí me lo hicieron”.

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Esta entrada fue publicada el 22 febrero 2013 por en Editoriales.
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